Desde el año 2021 se encuentra en vigencia en Salto un decreto que habilita a la Intendencia a regular y fiscalizar el uso de la pirotecnia sonora. La normativa, aprobada por la Junta Departamental, autoriza la comercialización y utilización de elementos que no superen los 80 decibeles, con el objetivo de reducir el impacto negativo en personas y animales, especialmente niños, adultos mayores y mascotas.

Con el paso del tiempo, esta medida ha generado cambios en las costumbres tradicionales. Vecinos y comerciantes coinciden en que muchas personas que antes acostumbraban a tirar cuetes ya no lo hacen, ya sea por los costos elevados de la pirotecnia permitida o porque su uso está prácticamente prohibido fuera de los parámetros establecidos por la normativa.

Sin embargo, durante la nochebuena se registró una aplicación desigual del decreto. Vecinos de la zona este de la ciudad manifestaron haber escuchado importante ruido y observado numerosos fuegos artificiales, mientras que en barrios como Arenitas Blancas la situación fue muy distinta, con escasos o nulos ruidos, reflejando un mayor acatamiento de la regulación.

Asimismo, otra costumbre arraigada, como el uso de pirotecnia el 25 de diciembre al mediodía, prácticamente ha desaparecido, ya que este año no se registraron celebraciones con cuetes, marcando un cambio significativo en los hábitos.