Psicología de la diversión
- Por la Psicóloga Ana Claudia Acosta

¿Cuál es la teoría de la diversión?
Parte de la idea de que estamos más motivados para llevar a cabo conductas que demanden un esfuerzo si somos incentivados por algún estímulo que nos resulte divertido, el premio parece tener un poder a la hora de modelar conductas. Hay personas que creen que el “castigo” debía ser uno de los elementos de la educación, “restringir” mientras se adquiría la capacidad de “autorrestringirse”. Esta teoría plantea que las personas están más dispuestas a realizar acciones que pueden considerarse “incómodas”, cuando esto implica una experiencia de diversión.
Un estímulo “positivo” puede convertirse en un gran estimulante para cumplir con algunas normas o comportamientos deseables para la sociedad. Venimos al mundo con pautas de conducta “egocéntricas”, para vivir en sociedad tenemos que ir renunciando a ellas.
“La pasión y la diversión son las fuerzas más poderosas a la hora de conseguir cosas“ Rafael Santandreu.
¿Cuándo y cómo surge?
En 2009 la compañía Volkswagen patrocinó un experimento para probar que funcionaba, quiso comprobar que el cambio social e individual es posible siempre que se cuente con un incentivo para alcanzarlo, para inspirar a llevar una vida más plena y para consolidar su marca. Propusieron experimentos sociales para observar la reacción de la gente. Todos planteaban un dilema: uno apostaba por la comodidad y la costumbre, y otra que apuntaba a exigir un determinado esfuerzo, pero implicaba a su vez una experiencia diferente y divertida.
Primer experimento
El primer experimento social que se llevó a cabo fue muy sencillo, pero también muy revelador. Se adelantó en un lugar altamente concurrido: la estación de metro más popular de Suecia. Había una escalera eléctrica y a su lado una convencional. La pregunta era: ¿cómo lograr que la gente use la escalera convencional y aproveche así para ejercitarse? Encontraron una respuesta divertida. Inventaron lo que se denominó “escalera piano”. Pintaron la escalera convencional como si fuera un piano y lograron que pisar cada peldaño emitiera un sonido, como si en realidad se estuviera tocando un instrumento musical. El resultado fue sorprendente. Habitualmente, el 95 % de las personas usaban la escalera eléctrica para subir. Con la escalera piano el 66 % de los transeúntes optaron por hacer el esfuerzo de subir peldaño a peldaño. Además, se veían muy felices haciéndolo. Esto probaba, en principio, que la teoría de la diversión funcionaba.
El segundo experimento
El segundo experimento que se llevó a cabo para probar la teoría de la diversión fue todavía más exitoso que el primero. Son muchas las personas que arrojan sus desperdicios al suelo, y lo hacen sin el menor reparo. Así que se propuso una nueva prueba, también en Estocolmo. Lo que se hizo fue instalar botes de basura con un sensor especial. Cada vez que una persona arrojaba basura dentro del bote, había un sonido como el de los dibujos animados cuando algo cae en un precipicio. A la gente le pareció sumamente divertido y no sólo arrojaron la basura donde correspondía, sino que recogieron más desperdicios que estaban por ahí para depositarlos. Sólo en un día se duplicó la recolección de desechos. La gran pregunta es si funcionaría igual en temas de mayor envergadura y si es capaz de generar cambios de conducta sostenibles a largo plazo. Se comprueba de nuevo que el juego es un factor con un extraordinario poder de persuasión. La novedad y diversión son estímulos lo suficientemente fuertes como para incentivarnos a ser mejores.
La teoría de la diversión: los premios funcionan mejor que los castigos. ¡Te invito a poner en práctica la teoría en tu vida!
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