En nuestra ciudad, detrás del Museo del Hombre y la Tecnología, yace una joya histórica convertida en testigo del abandono. Se trata de “La Criollo”, una locomotora a vapor construida en 1895 en los Talleres del Ferrocarril Noroeste de Salto, hoy declarada Monumento Histórico Nacional y de interés departamental.

Ubicada en la esquina de Juan Zorrilla de San Martín y 19 de Abril, esta emblemática máquina, que alguna vez simbolizó el progreso, enfrenta hoy una realidad lamentable. Su tapa frontal fue robada, y el interior ha sido convertido en refugio por personas en situación de calle, lo que agrava aún más su deterioro.  Quienes no logran entrar a dormir dentro de la locomotora, lo hacen a su alrededor, utilizando el lugar incluso como baño al aire libre.

Lo que debería ser un orgullo patrimonial, una pieza clave para la memoria ferroviaria del país, se encuentra expuesta al vandalismo, la desidia y la falta total de mantenimiento. No hay presencia de controles ni medidas de protección que aseguren su integridad. “La Criollo” no sólo fue parte de la historia industrial de Salto, sino que representa un fragmento del Uruguay del siglo XIX que poco a poco se oxida ante la indiferencia.

El descuido de este monumento interpela a las autoridades y a la comunidad toda: ¿qué valor le damos realmente a nuestro patrimonio? Mientras tanto, “La Criollo” sigue allí, silenciosa, olvidada, y esperando que alguien vuelva a ver en ella más que chatarra vieja, para devolverle aunque sea un poco de la dignidad que el tiempo y el abandono le han quitado.