
Recordando a Mujica
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Por Lic. Fabian Bochia
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fbochia@laprensa.com.uy

Ayer se produjo la muerte de José Alberto Mujica Cordano, ex diputado, senador, ministro y presidente de la República y figura emblemática de la izquierda.
Pero a su vez figura señera de la izquierda revolucionaria y reconvertido a la democracia que supo combatir, al punto que por los votos logró lo que no por las armas, porque, hay que recordar, el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros se alzó en democracia, los tupamaros, más allá de una lírica impresentable, no lucharon contra ninguna dictadura sino contra un régimen democrático. Aparte de eso en las últimas décadas Mujica mostró una enorme grandeza que conviene destacar. Sobre esto puede decirse que es para la tribuna pero también es bueno ir a los detalles que siempre son interesantes porque hacen a la vida cotidiana.
Un día dialogamos con un profesional que trabajaba en Salto, hace años, en una dependencia del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, en tiempos cuando Tabaré Vázquez había nombrado a Mujica como titular de la cartera de Estado. Este profesional, ya desaparecido, era blanco de esos duros de pelar, blanco, blanco. Pero tuvo solo palabras de elogio para el ministro Mujica, "un señor, respetable en todo, excelente ministro, no busca ninguna revancha, mirá que yo soy blanco siempre, y él lo sabía, pero no puedo decir nada de este hombre", subrayaba el ya desaparecido técnico en el área rural.
Después, poco tiempo después de esta anécdota, salió "el asado del Pepe", una carne barata que permitió a miles de familias comerse el tradicional asadito lo que le dio un impulso tremendo a Mujica cuya popularidad iba como un cohete para arriba.
Ya incluso se asomaba la rivalidad entre Mujica y Astori, por ese entonces ministro de Economía y también figura clave de la izquierda. La gente, vía voto, zanjó la diferencia y Mujica fue el candidato a presidente y Astori a vice, elecciones que luego ganaron.
En tiempos de ambos ministros, recordamos una polémica entre estos hombres que zanjó el por entonces presidente Tabaré Vázquez inclinándose por las sugerencias de Astori, contador, académico y ex decano de su área de la Universidad de la República. Cuando un periodista lo consultó al ministro Mujica por ese tema la respuesta fue increíble: "perdí con Jarva", como diciendo que había perdido con un académico con referencia a la famosa Universidad de Harvard, pero Mujica en dos palabras explicaba todo.
No hay que olvidar su aporte a la nación bajando revoluciones a los problemas de la izquierda con los militares, su grandeza a la hora de expresarse, su seguridad en la búsqueda de unir a los uruguayos; Mujica entendió que el país se salva unido y no dividido. A pesar de sus muchos errores Mujica se va reconciliado con la vida, con la democracia, con la nación, con un país que reconoce que quien un día se equivocó volvió por el camino que él mismo había combatido y llegó a ser el primero de los uruguayos.
Ojalá esa enorme grandeza, esa capacidad de pensar en los humildes, de vivir así, de criticar el consumismo, de pensar en los niños, en la educación, en la inclusión, en llevar la formación a todos como ideó las UTEC sea nuestra guía. Recordemos entonces lo mejor, que es mucho, de un hombre que entendió que el Uruguay es uno solo y que nunca más debe alzarse un oriental contra otro.
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