El director departamental del MIDES, Lic. Jorge Vaz Tourem, explicó el trabajo desplegado durante el invierno y los nuevos dispositivos que funcionarán todo el año para atender a las personas en situación de vulnerabilidad.

Una realidad que preocupa

Durante una entrevista en el Streaming de Diario La Prensa, el director departamental del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), Licenciado Jorge Vaz Tourem, explicó el abordaje integral que la institución lleva adelante en el departamento de Salto. Entre los múltiples programas primera infancia, juventud, discapacidad, diversidad y adultos mayores, uno de los más urgentes es la atención a la población en situación de calle, que ha crecido en los últimos años. “Es uno de los temas que trabaja el Ministerio. En Salto los números son preocupantes”, señaló Vaz Tourem. Al asumir, se estimaban entre 60 y 70 personas viviendo en la calle, pero durante el invierno, con el relevamiento nocturno, la cifra superó las 270.

Operativos en el invierno más crudo

“La noche más fría, con menos 6 grados, atendimos a 82 personas. Nadie quedó afuera”, recordó el director. El MIDES coordinó con CECOED, la Policía y el Ejército una red de asistencia que incluyó alojamiento, alimentos y abrigo. Gracias a esa experiencia, el ministerio decidió instalar un refugio permanente que funcionará todo el año, sin interrupciones. “Ya no hablamos de Plan Invierno, sino de un refugio 24 horas, 365 días del año”, enfatizó.

Más que un techo: acompañamiento y oportunidades

El refugio no se limita a brindar alojamiento. Allí los usuarios acceden a atención médica, apoyo psicológico y formación laboral. “Tenemos que trabajar sobre las causas que generan la situación de calle. Eso implica salud, educación, vínculos, empleo y vivienda”, explicó. Con apoyo de ASSE, se instaló un consultorio semanal en el refugio. Además, la UTU dicta cursos de electricidad y albañilería, mientras que varios participantes se incorporaron a programas laborales del MIDES, como Accesos. “Algunos usuarios empezaron pasantías laborales, generando ingresos y recuperando una rutina. Es una oportunidad de cambio de vida”, celebró.

Una comunidad solidaria

El trabajo, destacó Vaz Tourem, fue acompañado por la sociedad. “La respuesta de la gente fue impresionante. Llamaban, avisaban, donaban abrigo. Somos una comunidad solidaria”, dijo. Para el director, el éxito de estas políticas depende de la articulación comunitaria. “El desarrollo social se construye entre todos. No es solo ampliar servicios, sino trabajar sobre las causas y generar autonomía”.