La política ha experimentado cambios drásticos en las últimas décadas, impulsados en gran medida por el avance de los medios de comunicación. Desde la radio hasta la televisión, y más recientemente con la irrupción de las redes sociales y el streaming, la forma en que los políticos se comunican con la ciudadanía ha evolucionado significativamente. Rafael Di Donato, sociólogo y candidato a la Junta Departamental de Salto, reflexiona sobre este fenómeno en una entrevista con La Prensa. Según él, antes la política estaba más concentrada en actos partidarios y medios tradicionales, mientras que hoy en día los políticos deben adaptarse a formatos más ágiles y breves.

Cambios

"Hoy los medios obligan a los políticos a ser más concisos, incluso a reducir su discurso a frases de impacto. Esto puede ser útil para captar la atención, pero también conlleva el riesgo de trivializar el debate político", señaló. La llegada del streaming y las redes sociales ha cambiado la dinámica de la comunicación política, permitiendo una mayor interacción con el electorado. Sin embargo, también ha generado nuevos desafíos, como la fragmentación del discurso y la posibilidad de que el debate se reduzca a eslóganes vacíos.

El poder y las limitaciones de las encuestas

En plena campaña electoral de cara a las municipales de mayo, las encuestas han cobrado un papel central en la discusión pública. La aparición de sondeos con resultados dispares genera dudas sobre su fiabilidad y sobre qué importancia real deben tener en la toma de decisiones.

Di Donato, con su experiencia en sociología, explica que las encuestas no son infalibles, pero sí permiten captar tendencias. "Lo importante no es si una persona específica fue encuestada, sino que la muestra sea representativa de la sociedad", aclara.

Para que una encuesta sea válida, debe cumplir con criterios científicos estrictos. Debe considerar la representatividad en términos de género, edad y otros factores sociodemográficos. De lo contrario, puede arrojar resultados sesgados.

"Muchas veces la gente desconfía de las encuestas porque ve estudios en internet con miles de votos y cree que eso tiene más peso que un estudio científico. Pero si una encuesta online solo refleja la opinión de un grupo específico y no es representativa de la sociedad en su conjunto, sus resultados no tienen validez científica", subraya.

Además, recordó que las encuestas son "una foto del momento" y que el escenario político puede cambiar en pocos días. Ejemplifica esto la elección departamental de 2010 en Salto, cuando un candidato (Fonticiella) pasó de liderar las encuestas a perder en solo diez días, debido a un cambio estratégico en el voto de un sector del electorado.

Encuestas y manipulación electoral

Un aspecto preocupante en torno a las encuestas es su posible uso como herramienta de manipulación política. En los últimos tiempos, se ha visto que ciertos estudios parecen estar diseñados más para influir en la opinión pública que para reflejar la realidad: "A veces, las encuestas son financiadas por sectores interesados y muestran a determinado candidato en ventaja, no porque realmente sea así, sino porque buscan generar un efecto psicológico en los votantes". Este fenómeno, conocido como el "efecto arrastre", se basa en la teoría de que algunos electores prefieren votar a quien consideran con mayores probabilidades de ganar. Sin embargo, Di Donato señala que este impacto suele ser marginal y no determina el resultado de una elección por sí solo. El verdadero valor de las encuestas, sostiene, radica en su capacidad de proporcionar información clave a los políticos sobre las preocupaciones de la ciudadanía. En este sentido, destaca un dato reciente en Salto: la creciente preocupación por el problema de la droga, que hoy aparece como una de las principales inquietudes de la población, junto con la seguridad y el desempleo.

"Hace cinco años, la droga ni siquiera figuraba entre los problemas más mencionados en las encuestas. Hoy, un 15% de la gente la señala como su mayor preocupación. Eso indica un cambio social importante que los políticos y el Estado deben atender", enfatiza.

papel y relevancia de la Junta Departamental

Además de analizar las estrategias de comunicación y las encuestas, Di Donato se refirió a su propia candidatura a la Junta Departamental de Salto. Destacó la importancia de este órgano legislativo, que a menudo es subestimado por la ciudadanía.

"La Junta Departamental es el parlamento local y maneja un presupuesto significativo. Sus decisiones afectan la vida cotidiana de los ciudadanos, desde la infraestructura hasta la regulación del transporte y la planificación urbana", explica.

Su objetivo, asegura, es contribuir a debates que trasciendan las diferencias partidarias y se enfoquen en el desarrollo del departamento. En particular, plantea la necesidad de una mayor inversión del Estado en infraestructura para Salto, incluyendo la mejora del sistema ferroviario.

"Salto necesita pensar en el mediano y largo plazo. Sin inversiones estratégicas, el norte del país corre el riesgo de quedar rezagado con respecto al sur, como ocurre en Italia, donde el norte es industrializado y el sur enfrenta más dificultades", advierte.

El terreno como escenario clave de la campaña

En cuanto a la campaña electoral en sí, cree que esta se definirá en el contacto directo con la gente. A diferencia de las elecciones nacionales, donde los medios juegan un papel más preponderante, en los comicios departamentales la clave está en el "mano a mano" con los ciudadanos.

"Esta es una campaña que se gana caminando, recorriendo barrios, conversando con los vecinos. No se puede hacer desde un estudio de televisión o desde las redes sociales", afirma.

Si bien reconoce que siempre habrá ataques y chicanas políticas, no cree que esta vaya a ser una campaña "sucia". En su opinión, lo fundamental será la capacidad de los candidatos para conectar con la realidad de la gente y proponer soluciones concretas a sus problemas. "Al final del día, la gente vota por quienes siente que entienden sus necesidades y tienen la capacidad de mejorar su calidad de vida", concluye.