Este fin de semana, principalmente el día sábado, el Puente Salto Grande fue escenario de un notable incremento en el flujo de personas, especialmente de turistas argentinos que cruzaban de Salto a Concordia, Argentina. Este movimiento, que coincide con el recambio de visitantes que provenían de Brasil, destaca la importancia del puente como un punto estratégico para el turismo en la región.

Colas y trámites migratorios

El cruce de fronteras se vio afectado por colas de vehículos y personas que esperaban realizar el trámite migratorio correspondiente. A medida que avanzaba el día, las filas se hacían más extensas, y la espera se tornaba cada vez más tediosa para quienes buscaban regresar a sus hogares. Los turistas, muchos de ellos provenientes de las playas brasileñas, se mostraron impacientes ante la situación.

"Es increíble que tengamos que esperar tanto tiempo, especialmente después de haber disfrutado de unas vacaciones relajantes", comentó una turista argentina que se encontraba en la fila. "Además, el calor y los mosquitos no ayudan en nada", agregó, refiriéndose a las condiciones incómodas que enfrentaban los viajeros y que algunos todavía les faltaba cientos de kilómetros para llegar a sus hogares.

Condiciones climáticas y satisfacción del turista

La jornada, marcada por altas temperaturas y la presencia de mosquitos, generó malestar entre los que esperaban su turno. Algunos optaron por resguardarse en sus vehículos, mientras que otros buscaban la sombra de los árboles cercanos. La falta de áreas de descanso adecuadas en la zona del puente fue un tema recurrente entre los turistas, quienes sugirieron que se debería mejorar la infraestructura para hacer más llevadera la experiencia.

A pesar de las molestias ocasionadas por la espera, muchos turistas expresaron su satisfacción por haber podido disfrutar de unas vacaciones en Brasil. "Valió la pena cada minuto. Las playas eran hermosas, y la comida deliciosa", comentó otro viajero, quien destacaba la importancia de estos momentos de esparcimiento.