Fue un día como hoy, 16 de junio. Fue en 1984, que el Río de la Plata se convirtió en testigo de un momento histórico: el retorno del líder blanco Wilson Ferreira Aldunate tras once años de exilio. A bordo del tradicional Vapor de la Carrera, partió desde Buenos Aires junto a un nutrido grupo de referentes políticos, intelectuales, artistas y periodistas, entre los que se encontraban Germán Araújo, Gonzalo Aguirre, Carlos Julio Pereyra, Matilde Rodríguez Larreta, el escritor Enrique Estrázulas y el cantante Pablo Estramín. En tanto, no faltaron en la travesía también algunos salteños. El Esc. Alberto “Beto” Beriau, suele recordar: “De acá de Salto éramos tres en el buque El Faro, que lo traía a Wilson de regreso al país, Coco Zunini, Leonel Echenagusía y yo”.

Detenido

El arribo a Montevideo estuvo lejos de ser una celebración. A pesar de la expectativa de miles de ciudadanos que aguardaban para recibirlo, el régimen militar desplegó un operativo represivo para impedir todo contacto con la multitud. Wilson fue detenido en el puerto y trasladado en helicóptero al cuartel de Trinidad, donde permanecería preso hasta después de las elecciones nacionales.

Su exclusión de la contienda electoral fue parte de lo pactado en el Club Naval, acuerdo político que definió la transición democrática. Allí, los mandos militares impusieron condiciones, entre ellas la proscripción de figuras consideradas amenazantes, como Ferreira, símbolo de la oposición desde el exilio.

Liberado

Recién el 30 de noviembre fue liberado. Esa noche, una caravana interminable lo acompañó desde Flores hasta la capital. En la madrugada del 1º de diciembre, Montevideo lo recibió en la Explanada Municipal, donde miles de uruguayos, sin distinción partidaria, celebraron su regreso.

La historia recordará aquel cruce del río como mucho más que un viaje: fue un gesto de coraje civil, una esperanza frustrada momentáneamente por la represión, pero finalmente redimida por la voluntad popular de volver a vivir en democracia.