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Monseñor Jacinto Vera y Durán, el primer obispo de la historia del Uruguay, será proclamado beato de la Iglesia católica por el papa Francisco, quien aprobó un milagro obtenido por la intercesión del sacerdote, según anunció en su momento la Santa Sede en su boletín oficial. A 142 años de su fallecimiento, el sacerdote será beatificado hoy sábado en una ceremonia que se celebrará en la tribuna Olímpica del Estadio Centenario. El cardenal Paulo César da Costa, arzobispo de Brasilia, representará al papa en la ceremonia que se celebrará en la capital del país.

El evento comenzará a las 13:00 con la apertura de las puertas de la tribuna (personas con movilidad limitada pueden entrar por la puerta 5, en la tribuna América). A las 14:30 habrá una previa artística y a las 16:00 se iniciará la misa de beatificación. La entrada es libre y gratuita. Desde la Arquidiócesis de Montevideo informaron, ante consultas por posibles lluvias este sábado, que la beatificación no se suspende, y recomendaron llevar paraguas y abrigo apropiado al Estadio. Sin embargo, explicaron también que, en caso de pronóstico de tormenta, se cambiará de lugar el evento. “La comunicación del cambio se dará de forma oficial el sábado a la mañana, por las redes sociales de la arquidiócesis —Twitter, Facebook e Instagram— y por Radio Oriental.

El cuarto beato uruguayo

Será la primera vez en la historia que se celebra una beatificación en Uruguay, debido a que la de María Francisca Rubatto (1844-1904), religiosa católica italiana radicada en Uruguay que fue proclamada beata por Juan Pablo II en 1993, y canonizada por Francisco el 15 de mayo de 2022 en la Plaza de San Pedro del Vaticano, convirtiéndose en la primera santa del Uruguay, aunque no nativa.

A su vez, en marzo de 2001, el papa Juan Pablo II beatificó a dos hermanas uruguayas, Dolores y Consuelo Aguiar-Mella, por el martirio que sufrieron el 19 de setiembre de 1936, cuando fueron asesinadas por las “milicias rojas” durante la guerra civil española. Por este motivo, Jacinto Vera se convierte en el cuarto uruguayo en ser beatificado.

¿Que significa ser beato?

Según explica la Arquidiócesis de Montevideo, el término beato significa feliz (proviene del latín beatus) o bienaventurado. “La Iglesia nos enseña que los beatos ya gozan en el cielo de la presencia de Dios e interceden desde allí por nosotros. La beatificación es el último paso previo a la canonización, es decir a ser declarado santo”, expresaron. “El beato llega al ‘honor de los altares’, sus imágenes pueden ser veneradas en las iglesias, se celebra su memoria litúrgica, es decir, que habrá un día en el año en que será su fiesta [en general el día de su muerte, llamado dies natalis], donde en la misa y otras celebraciones del día se lo recordará especialmente, como se hace con los santos”, agrega la arquidiócesis en su página web.

Otros tres candidatos...

La Iglesia uruguaya impulsa la solicitud de beatificación de otras tres figuras: el padre Cacho, como se conoce al sacerdote Ruben Isidro Alonso (1929-1992); el médico y político de la Unión Cívica Salvador García Pintos (1891 - 1956), un destacado activista contra el aborto que impulsó su tipificación como delito en la Ley 9.763; y el joven Walter Chango, nacido en 1921 y fallecido en 1939. Los tres son siervos de Dios, como se denomina a los candidatos a beatos.

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