Con cuatro decretos /
Gobierno definió su politica de desarrollo y cuidado sostenible
El gobierno nacional dio un paso clave en su agenda ambiental al aprobar cuatro decretos que actualizan los principales marcos regulatorios del país bajo una visión de desarrollo sostenible. Las normas, elaboradas por el Ministerio de Ambiente y aprobadas el 20 de octubre, abarcan la calidad del agua, la gestión de humedales, las baterías usadas y los residuos de la construcción. El titular de la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea), Alejandro Nario, sostuvo que así, se marca el inicio de una “transformación legislativa” de largo alcance.
Los decretos
El primero de los decretos renueva por completo la normativa sobre calidad del agua, vigente desde 1979. Incorpora un enfoque ecosistémico y de gestión por cuencas, actualiza parámetros de vertido y control, y suma el monitoreo de bacterias como E. coli y enterococos fecales. También obliga a las grandes empresas a presentar balances hídricos, promueve el reúso de efluentes y refuerza el control de fertilizantes y plaguicidas para evitar su llegada a los cursos de agua.
El segundo decreto refiere a la protección de humedales de importancia ambiental. Declara 37 humedales como de “importancia muy alta” y prohíbe en ellos toda intervención que altere su régimen hídrico o su vegetación natural. Además, crea un Registro Nacional de Humedales y exige estudios de impacto ambiental para cualquier obra en terrenos pantanosos o encharcados, consolidando un marco más estricto de conservación.
El tercer decreto reglamenta la gestión de baterías usadas o desechadas, en un contexto de expansión de la movilidad eléctrica. La norma amplía el alcance de la regulación a baterías de más de un kilovatio utilizadas en vehículos, maquinaria agrícola o sistemas de almacenamiento energético. Según Nario, el objetivo es “anticiparse” a un problema que se proyecta para dentro de siete u ocho años, cuando comiencen a agotarse las baterías en uso actual.
El cuarto decreto regula la gestión de los residuos de obras de construcción (ROC) y exige que toda obra pública o privada cuente con un plan de manejo de desechos. Establece un sistema de trazabilidad, promueve la reducción y el reciclaje, y habilita el uso de escombros limpios en la recuperación de canteras. Con ello, el ministerio busca ordenar el sector, evitar vertidos irregulares y fomentar la creación de plantas de valorización de materiales.
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