El gobierno anunció el cierre de las negociaciones con el consorcio Aguas de Montevideo, concesionaria del proyecto Neptuno, rediseñando el contrato. El texto original, preveía la construcción de una planta potabilizadora en Arazatí, San José, fue sustituido por una solución centrada en la cuenca del río Santa Lucía, con eje en Aguas Corrientes, Canelones.

El acuerdo fue sellado, tras una reunión encabezada por el presidente Orsi, junto al secretario Alejandro Sánchez, el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, y el presidente de OSE, Pablo Ferreri. El plan, incluye una toma de agua en el río Santa Lucía, una planta potabilizadora con capacidad de 200.000 metros cúbicos diarios en Aguas Corrientes, una nueva línea de bombeo, mejoras en cañerías existentes y obras eléctricas.  Ortuño sostuvo que lo ajustado permite concretar obras clave para el abastecimiento de agua potable, logra una reducción en costos y cuenta con sólido respaldo jurídico. El presidente de OSE, Ferreri, indicó que el sistema permitirá cubrir la demanda prevista hasta 2045 y comenzar a resolver problemas estructurales de abastecimiento en el área metropolitana. Las obras derivadas de la renegociación comenzarían en abril de 2026.

Costo de obras: 212 millones de dólares

La inversión, pasa de 294 millones de dólares previstos inicialmente a 212,6 millones. El ahorro, permite avanzar en otras obras estratégicas, como la represa de Casupá y una solución integral para el abastecimiento del este de la Costa de Oro, que se plantean por fuera de este contrato.

Criticas desde la oposición

Desde la oposición, Álvaro Delgado y dirigentes de la Coalición Republicana, declararon: “El gobierno acaba de anunciar que cancela el proyecto Arazatí. Todos los partidos que estamos en esta mesa participamos del gobierno anterior, fuimos parte de la solución en el sentido conceptual de una fuente alternativa e inagotable de agua potable para la zona metropolitana. Por ende, no compartimos la decisión del gobierno, estratégica y conceptualmente”. Puso en duda el ahorro,señalando el desmonte y las expropiaciones de campos, afectando actividades productivas,  que la anunciada obra, obligará realizar.