El examen Docente Acreditado, creado por la LUC para otorgar reconocimiento universitario a títulos de formación docente, tuvo este año una aprobación de 64,3%. Fue la segunda y última edición, según resolvió el gobierno de Yamandú Orsi. En 2023, cuando se aplicó por primera vez, el 62,7% había logrado aprobar tras un ajuste técnico que modificó los resultados iniciales.

Este año se presentaron 2.133 educadores y aprobaron 1.372, según un informe del Ineed. El estudio señala que el desempeño varió según área y edad: entre maestros de primera infancia la aprobación fue de 44,4%, y entre docentes de 50 años o más llegó a 56,6%. También hubo diferencias por tipo de centro: mientras en 2023 había mejor desempeño en el sector privado, en esta edición aprobaron más los que trabajan en el sistema público.

El Ministerio de Educación defendió el cierre de la prueba, al considerar que no garantiza una verdadera formación universitaria. El ministro José Carlos Mahía sostuvo que el país no debe “otorgar títulos sin rigurosidad académica”, mientras que el director Gabriel Quirici afirmó que la acreditación externa “no representa la vida universitaria” y tuvo escasa adhesión entre los docentes. Quienes aprobaron en 2023 y 2025 conservarán su reconocimiento.