Anotaciones Callejeras
Un lector de nuestro Vespertino nos comenta que iba por la calle Juan Carlos Gómez y al llegar a Rivera, esquina de la seccionar primera de policía, debió esperar tres minutos para cruzar pues venían y venían autos, motos, camionetas y lo que se quiera enumerar de la zona del puente de alta creciente.
Allí hay un lomo de burro que obliga a frenar y está bien pero este amigo nos consultaba si no sería lugar para semáforos. Hay que recordar dos cosas, que hay varias instituciones educativas en la zona que obligan, de lunes a viernes y a veces sábados a la mañana, a un movimiento importante y se entiende. Lo otro que en esos días estaban cortados los pasos por Acuña de Figueroa lo que canaliza todo por Rivera para la gente que viene de Cien Manzanas, San Martín, Don Bosco, Saladero y más por el puente y luego Rivera. Se entiende pero esto también desnuda que Salto no ha planificado sus vías como corresponde y ante el avance del río Uruguay y sus afluentes a once metros más o menos empiezan los problemas.
Estamos en vacaciones, pero como bien recuerdan muchos alumnos de nivel secundario y terciario, "para algunos" pues muchos están en período de examen y eso obliga a prepararse y mueve un mercado que no se ve pero que está allí y que implica mucho dinero. El de las clases particulares, a veces en instituciones formales, a veces en gente que da clases en el living de su casa y hace unos pesitos extras que nunca vienen mal para apuntalar la economía familiar. En fin, que los salteños hacen de todo en la lucha por el pesito diario.
La vuelta del cine en Salto, y al centro de la ciudad, sirve desde todo punto de vista. En estas vacaciones ni hablar pero debe agregársele como atractivo turístico en una ciudad que agota rápido sus propuestas que deberían ser más explotadas como toda la parte cultural, ni hablar museos, ni hablar la cantidad de gente que sabe hacer espectáculos y no es tenida en cuenta.
Pero por lo menos a partir de una iniciativa privada se logró reabrir una sala que siempre ayuda al movimiento y genera que muchos se enganchen. Pensar que Salto tuvo una pléyade de salas recordando en la cuadra del actual cine al Sarandí y el Metropol, en Uruguay al ochocientos al Ariel con su famoso techo corredizo para verano y los cines Plaza y Salto en plena Zona Este, uno frente a Plaza de los Deportes y otros en Blandengues. Cinco salas y todas trabajaban. A veces había que hacer cola.
Comentarios potenciados por CComment