Si se va por Brasil allá en la Zona Este y se sigue rumbo a José Joaquín de Viana hay varias particularidades. Una de ellas es recordar aquellos tiempos donde al llegar a la vía férrea, que se usaba, no como ahora, el chofer del ómnibus del servicio municipal paraba, el guarda bajaba, miraba y le daba el ok al conductor para que avanzara, y con eso se evitaban problemas que nunca pasan pero el día que pasan dejan a todo el mundo boca abajo. Esos tiempos pasaron pero aún se recuerdan épocas de los ochenta quizás y algo más cuando el tren andaba, capaz no con pasajeros pero sí con carga de la producción.

Por otra parte lo que sí hay que marcar actualmente es que antes de la calle Arregui hay un baldío que se viene desde el sur y avanza sobre calle Brasil, cuyas ramas, arbustos y de todo lo que haya en vegetación no respeta nada, vereda, calle ni nada y avanza sobre esta arteria con lo usada que es además le achica el paso a los peatones que por allí son muchos y andan a toda hora y deben ir por la calle pues no hay vereda, e incluso el espacio de la calle se agosta de tanto follaje que en algún momento habrá que desmantelar pues sirve para nido de cualquier tipo de alimaña en una zona céntrica, transitada y poblada por todos lados.

Vamos aclarando el panorama dijera Ricardo Arjona. En un fin de semana reciente, de esos que andaban las lagartijas con sombrilla porque había una sensación térmica de casi cuarenta grados, periodistas de este medio vieron a jugadores de los veteranos aprontándose para disputar un partido de la liga senior en la cancha al norte del complejo de Deportivo Artigas. Incluso iban al trote "calentando", lo que, respetando lo que hacían, hay que reconocer que es bravísimo jugar con esos calores. ¿La hora? Dos y media de la tarde, o sea que el calor era abrasador.

Pensamos que se podría hacer un paréntesis, o jugar en otro horario, porque podría pasar una desgracia ante tanto calor. Es cierto que mucha gente está acostumbrada, pero no deja de ser una situación compleja jugar con calor extremo personas que pasan largo  los 40, 45 años, que podrán tener entrenamiento pero se exponen a situaciones no deseadas, más con los calores que podemos llegar a tener en estas tierras naranjeras que todos somos contestes donde se sale solo por obligación.

Pero bueno, deseamos que no pase nada aunque se está jugando con fuego, literalmente, en varias canchas porque vimos en una pero esto se replica en varios escenarios deportivos.