Empezamos esta Callejera de Nochebuena recordando a un gran amigo de todos como lo es Carlos el Bocha Ardaix, uno de los comunicadores más veteranos de Salto.

El diálogo con el mismo nos permite saber que hoy va achicando su radio de acción y prácticamente se dedica solo a la organización de la Expo Salto que comienza en el mes de junio con la planificación de toda la actividad y la comercialización de los stand que luego se irán armando para el primer o segundo fin de semana de octubre.

Según el propio Carlitos hace más de diez años que no hace radio, con esa voz característica que todos conocemos y apreciamos. Recordamos por ejemplo hace unos cuantos años cuando Carlos hacían "Nuestra gente", un programa muy popular en la tarde, y ante el avance de las aguas del Río Uruguay y la creciente que se venía, Ardaix destinaba todo el programa a recolectar ayuda para los inundados, algo que el propio comunicador adelantaba que sería el gran tema de todos los días para darle una manos a los salteños que estaban sufriendo este tipo de adversidades. Él, su señora, es de esa gente noble que tanto ha ayudado en nuestro departamento y es bueno decirlo, sin pruritos y con la certeza que el paso del tiempo da.

Bueno, estamos a horas de la Navidad lo que implica que desde La Prensa le deseemos a nuestros amables lectores, suscriptores, anunciantes, una feliz Navidad. Sobre todo que la vivan en paz, reuniéndose con la familia y si no es posible porque hay mucho salteño en la capital, hay mucho salteño trabajando en Canelones, Maldonado, Rocha, en toda la costa atlántica donde pudieron encontrar un trabajo para parar la olla, que al menos estén juntos espiritualmente.

A veces el trabajo, la necesidad de conseguir un mango nos hace tomar caminos diferentes, sabemos de por ejemplo una pareja de docentes salteños que andan por Nueva Zelanda trabajando y juntando un peso, pero claro, cuando llegan estos tiempos el paisito, la ciudad, el aroma a la parrilla tira y se recuerda con mucha emoción.

Es cierto que gracias a la tecnología hoy podemos estar en contacto a diario y en tiempo real lo que ayuda mucho, pero el abrazo, el tocar al hijo, al hermano, es impagable, por eso nuestro enorme saludo a todos los que tienen que enfrentar este tipo de situaciones que no son pocos.

Además como Salto tiene dificultades laborales muchos jóvenes se fueron abriendo paso en el mundo como forma de conseguir ese peso que los haga sobrevivir y se entiende, pero es en estos momentos que se pagan esos peajes del corazón que a todos nos duelen.