¿Cuánto es el Rubro Cero?
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Por Mario Kroeff Devincenzi
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mkroeff@laprensa.com.uy

Primero fue Gustavo Chiriff, secretario general actual que aseguró que el Rubro Cero, (los sueldos de todos los funcionarios) de la Intendencia representaba el 60% del total. Luego fue Francisco Blardoni, suplente del intendente electo Carlos Albisu, que afirmó que el Rubro Cero era el 70% del presupuesto municipal. Finalmente, el edil Enzo Molina, seguramente el próximo presidente de la Junta Departamental, aseguró que el Rubro Cero llegaba al 89%. ¿En que quedamos? En cualquier caso es dramáticamente alto.
Leí una nota del Esc. Gustavo Varela, que sostenía en números groseros que los 293 funcionarios nombrados por designación directa por el gobierno de Lima, Urroz y Cholín le costaban unos 700 mil dólares mensuales, o sea unos U$S 10 millones anuales, lo que implica un monto de 50 millones en el quinquenio… Vean la dimensión del problema, con ese dinero se pagaría toda la deuda de la intendencia… y se dispondría para obras, calles y eventos que los salteños reclaman.
Sobre el Rubro Cero, es curiosa la disparidad de números pero de todas maneras las cifras son espeluznantes. Si fuera un 60% como dice Chiriff, cosa que no creo, igualmente me parece horrible. Solo en el Estado puede pasar eso, ¿cómo es posible que una empresa privada, cualquiera, tenga de costos laborales, más de la mitad de su presupuesto fijo? Ninguna, se funde al instante, sin remedio…
Ni que hablar si las cifras ascienden a los 70 o 89 por ciento de las que hablan Blardoni y Molina. Habrá que ver en detalle los montos mencionados, si son solo salarios o se le agregan los costos fijos (mantenimiento, impuestos, luz, insumos), es muy probable. Y además tener en cuenta que al saldo de presupuesto le corresponde el pago de la deuda y un módico 10 por ciento de inversiones.
Por supuesto que así las cosas es imposible hacer nada en la Intendencia de Salto, en el mejor de los casos, quedarse quieto, dejar pasar el tiempo, no aumentar los gastos, no ingresar más personal, tirar la pelota para adelante y que a la gente y la ciudad la parta un rayo. Por imperio de tales circunstancias, es precisamente lo que hizo Andrés Lima en este tiempo, no tenía posibilidad de más plata prestada, no podía subir impuestos, no quería pagar el costo político de bajar el gasto, entonces perfecto, la única salida era hacer la plancha: puentecitos de madera, placitas con juegos para niños, propaganda de servicios públicos y obras publicas que no existían, o precarias, ordinarias y efímeras. Solo hubo plata para las campañas electorales, la compra de dirigentes y el pago de votantes. Así que de 60 a 89% todo el tiro es enorme, el peso es grandioso y el desafío monumental.
La única manera de hacer dinero para la Intendencia de Salto de corto a mediano plazo es bajar el gasto y hacer recortes. No hay otra….
Yamandú Orsi no le va a mandar a Carlos Albisu más dinero del que ya le manda de acuerdo a la Constitución y al Fondo de Desarrollo del Interior. No hay chance. Subir impuestos no está en la agenda del nuevo intendente, eso me parece.
En este contexto, no se puede pretender que 300 funcionarios que entraron a dedo y al servicio de Lima, permanezcan en la plantilla municipal por la razón que fuera. Ya conocemos lo que representan para las arcas municipales la cifra de sueldos y beneficios para esta gente que ya cumplió su beca a piaccere. Esto no representa de manera alguna “Justicia Laboral” como se aduce en los ámbitos de ADEOMS. A Cholin Gómez no le tembló la mano ni afectó su sensibilidad comunista para echar de un plumazo a 250 funcionarios de la Administración Coutinho y volver a tolerar impunemente el ingreso de cientos de otros pseudo trabajadores bajo distintas formas de designación directa, cooperativas de trabajo y monotributistas en la Dinastía Lima, de la que el mismo fue uno de los más conspicuos integrantes de la Corte.
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