La Prensa Hacemos periodismo desde 1888

El Arboretum Lussich, en Punta Ballena, Maldonado, es una joya natural e histórica de Uruguay. Con una extensión de 192 hectáreas, fue fundado en 1896 por Antonio Lussich, quien compró 1.800 ha de terreno pedregoso y dunar para iniciar un ambicioso plan de forestación. Apoyado en su empresa naviera, Lussich importó semillas y plantones de todos los continentes, con una visión dual: mitigar los fuertes vientos costeros y atraer aves al bosque. Existe en el Arboretum una gran diversidad botánica, albergando más de 400 especies exóticas y cerca de 80 especies nativas uruguayas.

Pueden encontrarse entre su variedad arbórea numerosas especies de eucaliptus, pino, roble, ciprés y acacia, entre otros
La red de 30 km de caminos internos, incluyendo rutas como La Glorieta, Aconcagua o Bosque Profundo, permite explorar la diversidad y ascender al punto más alto, con hermosas vistas a Laguna del Sauce y Punta del Este.

En una antigua casona puede visitarse un museo interactivo y un Museo del Azulejo, repartidos en seis salas interpretativas sobre la historia de Lussich. Además, funciona una cafetería y tienda de emprendedores locales. El lugar es ideal para practicar senderismo y mountain bike.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que el Arboretum es una de las reservas forestales artificiales más importantes de Sudamérica, incluso del mundo.

¿Y en Salto, en el Parque Harriague? ¿Se puede replicar? En estas páginas lo hemos sugerido en alguna oportunidad.
El Parque Harriague, ubicado en Salto, fue donado en 1951, durante la gestión del Arq. Armando Barbieri. Años después, fueron proyectadas mejoras por parte del Arq. Minutti, tales como la pantalla acústica y el traslado del zoológico del Parque Solari.
Su atractiva fisonomía botánica, el gran anfiteatro al aire libre y el área donde funcionó el zoológico, indican que ya posee una base para un proyecto similar al Arboretum.

Si bien es cierto que se requiere una decidida acción municipal, como la que Lussich tuvo en Maldonado desde hace años, en Salto podría iniciarse un proceso formal que incluya la colaboración y participación de organismos culturales o ambientales. Aunque no tan extenso como el Lussich, el Parque Harriague dispone de un área significativa en la trama urbana que podría ampliarse o regenerarse como núcleo arbóreo.

Tal vez no sea necesario importar especies exóticas de todos los continentes, pero sí se podría fomentar la introducción de árboles nativos y adaptados que embellezcan el parque, además de incorporar especies que atraigan fauna local. Sería interesante la creación de senderos visibles, señalizados y seguros, aptos para caminatas, actividades culturales y recreativas.

Recrear un Arboretum en Salto puede ser una empresa transformadora, concebida para ampliar el área verde urbano, promover la educación ambiental, enriquecer la biodiversidad local y ofrecer un nuevo espacio cultural y recreativo. Inspirándose en el modelo exitoso de Lussich, con trabajo, imaginación y planificación, el Parque Harriague podría convertirse en un referente regional de ecología urbana, combinando naturaleza, historia y cultura. Una visión ambiciosa pero posible, que le daría un nuevo pulmón de valor a Salto y fortalecería su identidad ambiental y patrimonial.

Un Arboretum Harriague sería más que árboles: sería futuro sembrado con memoria y propósito.

 

Comentarios potenciados por CComment

Ranking
Recibirás en tu correo electrónico las noticias más destacadas de cada día.

Podría Interesarte