Cuando se estudian temas arquitectónicos siempre se ponen como ejemplo las estructuras griegas. Tratándose de obras de teatro, la referencia obligada es hacia el teatro griego. En lo relacionado a la literatura o matemáticas, ocurre lo mismo. Ni que hablar cuando se trata de cuestiones políticas, donde la democracia griega es un ejemplo ineludible. Difícilmente otra civilización haya influido hasta nuestros días como la helénica. ¿Cuál ha sido una de las principales razones para que trascendiera a lo largo del tiempo?

Creo que la respuesta puede ser la descentralización que existía en las ciudades - estado. La descentralización era una característica clave de su organización política y administrativa. Cada ciudad - estado, o polis, como Atenas, Esparta, Corinto, Tebas, entre otras, funcionaba de manera independiente y con un sistema de gobierno propio.

Sus decisiones políticas eran tomadas de manera autónoma. Esto reflejaba una fuerte descentralización, ya que no existía un poder central que pudiera imponer decisiones sobre las diferentes ciudades - estado.

Atenas, por ejemplo, era famosa por su democracia directa, donde los ciudadanos tenían la posibilidad de participar directamente en la toma de decisiones políticas a través de asambleas o consejos. Esto otorgaba a las ciudades un importante grado de autonomía al permitir que los ciudadanos fueran los responsables de gobernar su propia comunidad.

Las ciudades - estado contaban con sus propias instituciones, como tribunales, asambleas y consejos.En el caso de Atenas, la Ekklesia (asamblea) era responsable de tomar decisiones importantes como la elección de funcionarios y la aprobación de leyes. La independencia y autonomía de cada polis permitió que las ciudades griegas se desarrollaran según sus propias reglas y valores, lo que generó una rica diversidad cultural, política y económica en la región.

En nuestro país, una ley de 2014 estableció una autoridad local como tercer nivel de descentralización de Gobierno y Administración. Es la estructura política denominada Municipio para las poblaciones de más de 2.000 habitantes con unidad territorial, personalidad social, cultural e intereses comunes. Lo cierto es que la descentralización en pequeñas localidades es un proceso clave para mejorar el bienestar de las comunidades, fortalecer la democracia y mejorar la gestión local.

La descentralización permite que las autoridades locales asuman más responsabilidades y competencias, lo que facilita la toma de decisiones más cercanas a las necesidades y realidades de la comunidad, lo cual trae aparejado el desarrollo de una una gestión más eficiente de los recursos y una mejor planificación del desarrollo local.

Al descentralizar el poder, los ciudadanos tienen más acceso y participación en las decisiones que afectan directamente a su comunidad.

Con la descentralización, las pequeñas localidades pueden gestionar proyectos y políticas adaptadas a sus propias características. Esto permite un uso más adecuado de los recursos locales y una mejor promoción del empleo y la calidad de vida, a menudo con un enfoque en las particularidades de la región.

La descentralización también puede fortalecer el sentido de identidad y pertenencia de las comunidades, ya que se les da un mayor control sobre su desarrollo y sus decisiones. Esto puede aumentar el orgullo local y la cooperación entre los habitantes.

Está claro que nadie sabe mejor que los ciudadanos de una localidad qué es lo que realmente quieren y por eso, la descentralización fue tan exitosa en Grecia. Y esto no puede ignorarse.

Recientemente se supo que se está trabajando en una propuesta para ampliar las competencias y/o responsabilidades de los municipios mediante un proyecto de ley. Recibimos con gran expectativa la noticia, por todo lo apuntado líneas arriba, y porque el fortalecimiento de las autonomías, trae aparejado el fortalecimiento de la democracia.