La Misión Pico - Rivarola
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Por Leonardo Vinci
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La Misión Pico-Rivarola pudo haber tenido otro desenlace, por el cual, la Banda Oriental se hubiera convertido en un país independiente en 1815, incorporando el territorio de las provincias de Entre Ríos y Corrientes. Vale la pena profundizar en estos hechos no tan conocidos.
Poco después de la victoria de las fuerzas artiguistas comandadas por Fructuoso Rivera en Guayabos, en mayo de 1815, el director supremo interino de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Ignacio Álvarez Thomas, envió a Francisco Bruno de Rivarola y al coronel Blas Pico para intentar solucionar las diferencias entre Artigas y el Directorio establecido en Buenos Aires, entrevistándose el 16 y 17 de junio a bordo de una goleta anclada en el río Uruguay frente a Paysandú.
Los enviados porteños ofrecieron la independencia de la Banda Oriental mediante un Tratado de Paz y Amistad en estos términos:
Buenos Aires reconoce la independencia de la Banda Oriental del Uruguay, renunciando a los derechos que por el antiguo régimen le pertenecían.
Habrá paz y amistad eterna entre las Provincias contratantes, por haber ya cesado los motivos de discordia. Se echará un velo sobre todo lo pasado y será un deber de ambos gobiernos castigar con rigor los que quisiesen hacer valer sus venganzas o resentimientos particulares, ya sean muchos, o en un individuo solo.
Bajo de estas justas y equitativas bases se compromete Buenos Aires a auxiliar a la Provincia Oriental con todo cuanto esté en su resorte para llevar llevar adelante la guerra contra los enemigos, contando Buenos Aires con la recíproca de la Oriental.
Las provincias de Corrientes y Entre Ríos quedan en libertad de elegirse o ponerse bajo la protección del gobierno que gusten.
Se devolverán recíprocamente, los prisioneros que se hayan hecho en la última guerra.
Las personas, propiedades y comercio de todos los pueblos e individuos de las respectivas provincias serán altamente protegidas por ambos gobiernos.
Bajo el supuesto de que todo lo pasado ha de olvidarse, ningún ciudadano podrá ser perseguido ni causado por sus opiniones anteriores, ni por sus escritos o servicios hechos antes de la presente transacción y todos los que se hallaren en arresto o confinación serán restituidos a su libertad sin la menor demora.
Todos los emigrados que por estas diferencias hubiesen abandonado sus casas y haberes, siempre que vuelvan a ellas, les serán restituidas sin causarles extorsión.
Todos los buques que hayan sido apresados o detenidos por los jefes orientales o sus dependencias después de la evacuación de Montevideo por las tropas de Buenos Aires serán restituidos a sus dueños.
Se hará un tratado de comercio por comisionados que se nombren de ambas provincias para el efecto, en el que arreglándose los principales ramos de él, causen el engrandecimiento de ambas provincias.
Artigas, como anteriormente lo había hecho, rechazó la posibilidad de la secesión de la Banda Oriental del resto de las Provincias Unidas.
Por ello, respondió en su Cuartel General de Paysandú, el 16 de junio, proponiendo un tratado de catorce puntos (Tratado de Concordia entre el Ciudadano Jefe de los Orientales y el Gobierno de Buenos Aires) en los que proclamaba el federalismo y pedía indemnizaciones y armamentos para la provincia Oriental. Expresando que: “(...) La Banda Oriental entra en el rol para formar el Estado denominado Provincias Unidas del Río de la Plata. Su pacto con las demás provincias es el de una alianza ofensiva y defensiva. Toda provincia tiene igual dignidad e iguales privilegios y derechos y cada una renunciará al proyecto de subyugar a la otra.”
(Continuará)
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