Conocer los movimientos migratorios proporciona variables para comprender la evolución social, cultural y económica de una sociedad en un momento determinado y los posibles caminos que podrá seguir.

También proporcionará variables para estudios diferentes, como puede ser, conocer los motivos y circunstancias en las cuales se encontraba el país receptor de migración; si está en bonanza económica, si tiene una apertura a la migración y qué tipo de migrantes está interesado en recibir, o si está en un momento social convulsionado al momento de la llegada de los migrantes.

Esto aportará información hacia los posibles caminos que podrá dirigirse la sociedad y si se pretende influir en ese direccionamiento, el Estado tendrá elementos para analizar el grado de intervención.

Y otro ejemplo de esto, es conocer de qué manera afectará la migración a los aspectos demográficos de la población de un país, el país que dejan y en ésta ocasión, en el marco del envejecimiento de la población del Uruguay.

La migración del principio de siglo XXI, tiene elementos distintivos que la diferencian de la migración de la segunda mitad del siglo XX, de la primera mitad del siglo XX y la del Siglo XIX, y sumado a la velocidad de desplazamientos proporcionados por los nuevos medios de comunicación y transportes la hacen interesante de conocer.

El desplazamiento humano data de los tiempos de su existencia, y se producían de forma voluntaria o forzada, ésta última, provocada por otros grupos humanos  o por eventos naturales.

Uruguay, constituido en Estado/nación a principios del Siglo XIX, en una porción del antiguo Bi-Reinado del Río de la Plata, marcó, como rasgo indiscutido, la lengua española, con su regionalismo propio, como así también el resto de la América hispano/hablante.

El territorio que abarca el estado uruguayo, tiene componentes biológicos y culturales procedentes de Europa, África y nativos, al igual que el resto de los estados nación de Hispanoamérica, con la salvedad de que en unos tienen mayor o menor influencia de cada origen, según la variable que se analice. El Uruguay tiene una mayor preponderancia europea, más específicamente, española, como por ejemplo el idioma español, que es el idioma oficial del Estado, lo que al momento de los migrantes, emprender su viaje, es tenido en cuenta, como también la distancia, (desplazamiento humano de un país a otro), es un componente fundamental en la conformación histórica de la sociedad Uruguaya.

Hasta mediados del S. XX, Uruguay tuvo un saldo migratorio positivo, o sea, recibió más personas de las que se fueron, destacándose aquí los inmigrantes europeos, coincidentes con los mementos convulsionados de Europa, lo que le aportó elementos significativos en lo referente a lo demográfico, social y cultural, teniendo su último empuje hasta los primeros años de la década de los años `60.

A partir de mediados de 1960, debido al momento socio económico y político del país, comienza a revertirse la balanza migratoria, pasando la migración internacional a tener un saldo migratorio negativo (los que se van del país superan a los que vienen), esta migración se va hacia países de la región, especialmente Argentina, y fuera de la región, E.E.U.U. y Europa.

En la década de los ´90 hubo una cierta paridad, aunque con saldo migratorio negativo.

Durante los primeros años del Siglo XXI, se acentuó un fenómeno que venía desde la década del ´90, que fue la emigración y se da en un contexto internacional especial.

Uruguay, en una fuerte relación comercial con la República Argentina, además de ser países limítrofes, comparten idioma y otros elementos culturales, lo cual, en el año 2001, es afectada por una crisis económica, corridas bancarias (extracción acelerada de divisas de los bancos), afectando ésta crisis a la situación política, luego Uruguay entra en crisis económica, lo que se conoce comúnmente como la crisis del 2002. Profundizaremos en esto.