La Prensa Hacemos periodismo desde 1888

Puede ser un resabio de otras épocas, pero no se debe confundir “mandar” con “gobernar”. Una de las acepciones difundidas por la Real Academia Española de mandar, es “dicho del superior: ordenar al súbdito”; otra es “imponer un precepto”. Ambos significados tienen relación con la existencia de un superior, que debe ser obedecido. Por su parte “gobernar” tiene como acepción más común “dirigir un país o una colectividad política”.

Lo que antecede viene como fundamento de que los candidatos a cargos en democracia, se eligen para “gobernar”, no para “mandar”. La diferencia puede ser ininteligible para los ciudadanos, pero debe ser muy clara para el político. Nadie llega a una dependencia pública (ministerio, ente, comisión internacional) para mandar súbditos; se accede como responsabilidad de gobernar (planificar, ADMINISTRAR, respetar y hacer cumplir leyes), teniendo las normas y conductas éticas muy a la vista.

Me permito tocar este tema a veintiún días de las elecciones departamentales y municipales, para hacer algunas consideraciones de fondo. Cientos de mujeres y hombres se postulan en toda la República para 19 intendencias, quinientos ochenta y nueve cargos de ediles y cientos de puestos de concejales. Ninguna/o debe postular para mandar: todos para gobernar, en el oficialismo o la oposición.

Puede parecer muy obvio lo que digo; pero no lo es tanto. Entre postulantes hay personas que ya tienen experiencia en cargos iguales o similares; en la variedad de formatos individuales y sociales, habrá varias características ideológicas y psicológicas. Nadie es quien para juzgar la razonabilidad de sus aspiraciones, pero realmente hay antecedentes que pesan o por lo menos deberían pesar. Para dar un pantallazo tiro dos nombres, lejanos territorialmente entre sí. Mario Bergara, candidato a intendente por Montevideo, llega a la competencia con antecedentes académicos brillantes, políticos y administrativos de primer nivel: ministro de categoría, presidente del Banco Central, senador brillante, y muchos méritos más. Cientos de quilómetros al Este, en Treinta y Tres, se presenta por el Frente Amplio el doctor Gerardo Amaral. Primer intendente frenteamplista de aquella tierra, médico de jerarquía y humanismo, que superando una cruel dolencia se ofrece una vez más por su pueblo. Ninguno de estos postulantes llega para mandar; si para gobernar.

En otros lugares, no tan lejanos, también  habemos postulantes con diferentes cargas objetivas y subjetivas. Los frenteamplistas que venimos de gobernar, llegamos con experiencia y “hojas de vida” muy claras, dispuestos a derramar nuestros conocimientos para fertilizar la labor de gobierno (Amaral en Treinta  y Tres, Giachetto en Florida, Tersaghi en Río Negro, Caraballo en Paysandú, De los Santos en Maldonado, Aníbal Pereira en Rocha y nosotros en Salto). Llegamos con hojas impecables, con los concursos como instrumento de contratación de personal, la transparencia como norma de administración y sin dejar “plantados” amigos en ningún cargo.

No todos pueden decir lo mismo.

Gobernar un departamento es administrar miles de millones de pesos, organizar miles de funcionarios, atender EQUITATIVAMENTE decenas de miles de habitantes en sus necesidades sociales básicas como limpieza y territorio. Es bueno llegar con curriculum suficiente y ficha limpia.

Téngalo en cuenta el 11 de mayo.

Comentarios potenciados por CComment

Ranking
Recibirás en tu correo electrónico las noticias más destacadas de cada día.

Podría Interesarte