No solo para las fronteras...
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Por Mario Kroeff Devincenzi
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mkroeff@laprensa.com.uy

La brecha de precios entre Salto y Concordia subió 26% en favor de la vecina ciudad entrerriana. En promedio de una canasta de productos, y si ahora nos enfrentamos a que el descuento del IMESI cayó del 40 al 32% y eventualmente -luego de las gestiones realizadas- solo al 36%, nos encontramos que la frontera comienza nuevamente a temblar y potencialmente lista a recibir a los ávidos compradores uruguayos para hacer rendir su dinero en el comercio y los servicios argentinos. Esto sucede en la frontera del litoral, con Argentina pero la otra parte con Brasil ocurre lo mismo. De manera que todas las fronteras estarían blindadas con una herradura sobre los bordes territoriales que implica descuentos especiales del IMESI en los combustibles y otros beneficios fiscales e impositivos para volver competitivos a los productos nacionales.
Lamentablemente aún estamos en el border line porque el peligro está latente, apenas un movimiento más de la cotización de dólar, y la corrida será inevitable, la barrera pasada por arriba y la marea incontenible de compradores uruguayos se materializará en los mercados fronterizos.
Pero agrego que siempre me pareció en general una injusticia el beneficio fiscal y tributario solo para la zona fronteriza, una medida que dejaba con la ñata contra el vidrio a la población de los departamentos vecinos, que limitaban con ella, como Florida, Durazno, por ejemplo. Es decir, como dejaban de lado a “los demás ciudadanos uruguayos”. Como a los salteños y sanduceros les resultaba barato y adictivo cruzar a las ciudades fronterizas argentinas entonces se les aplicaba beneficios especiales para que permanecieran en el país y gastaran sus recursos en los mercados locales. A los floridenses y duraznenses también les resultaba caro su costo de vida pero igual “marchen presos” porque estaban a demasiada distancia para cruzar la frontera en forma beneficiosa: ¡que se jodan! A ellos que les cayera todo el peso de la ley y el costo país. No tenían la válvula de escape de los ciudadanos fronterizos que no los paraba ni la Aduana ni el Ejercito en su fiebre comercial de contrabando. El bolsillo de los salteños podía más que toda la propaganda oficial en defensa del trabajo legal y formal de los uruguayos.
En realidad, las rebajas impositivas y tributarias deben hacerse extensivas a todo el país y el territorio oriental. Los márgenes de impuesto en el costo de los combustibles son una barbaridad confiscatoria, 40, 36 o 32% de descuento del IMESI es solo una parte de la enorme cruz que cargan como tributos adicionados al precio del combustible y los márgenes de ganancia de ANCAP. Recaudación impositiva y de la gruesa para las arcas nacionales. El alivio de esa cuenta, casi diría estructural, pasa por ese lado, para el fronterizo y para el interno, para todos… incluido Montevideo, Canelones y Punta del Este.
Los beneficios en baja de aportes patronales, en la utilización de los medios de pago y en las importaciones de productos, también deben hacerse extensivas a todo el país, tienen que ver con la rebaja del costo país y la simplificación del comercio nacional.
Los millones de dólares que se dejarían de recaudar son equivalentes a la reactivación del trabajo y la economía de los uruguayos de todos lados, no solo de las fronteras del litoral, norte y noreste. Para estas zonas es un problema circunstancial y cíclico pero para el resto del Uruguay es estructural y crónico.
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