Hace pocos días, mientras se discutía el presupuesto quinquenal en el Senado de la República, la senadora frenteamplista Blanca Rodríguez expresó, apenas iniciada su intervención: “Lo primero que quiero establecer es que todo lo que tiene que ver con el diseño de políticas sociales comenzó en este país con los gobiernos del Frente Amplio…”

Es increíble que una senadora haya dicho semejante disparate. La afirmación constituye un insulto a la inteligencia colectiva y sería un peligroso antecedente si se dejara pasar en silencio.

¿Sabrá la senadora Rodríguez que las políticas sociales más importantes impulsadas por Batlle y Ordóñez y el batllismo incluyeron profundas reformas laborales y avances que marcaron a fuego la estructura social del país?

Bajo esos gobiernos:
Se estableció la jornada laboral de ocho horas para todas las actividades.
Se prohibió el trabajo a menores de 13 años y se limitó la jornada para los menores de 19.
Se implantó un día de descanso obligatorio cada seis.
Se introdujo el divorcio por la sola voluntad de la mujer, un avance radical para la época.
Se promovió el acceso femenino a la educación y se crearon espacios como la sección femenina de enseñanza secundaria.
Se fomentó la participación de la mujer en el mercado laboral.
Se impulsó la separación entre la Iglesia Católica y el Estado, y se retiraron crucifijos de los hospitales públicos.
Se abolió la pena de muerte.
Se defendieron los derechos de los hijos naturales.
Se prohibieron espectáculos que implicaran tortura o maltrato de animales.
Se extendió la gratuidad de la enseñanza y se creó una red de liceos departamentales para democratizar el acceso a la educación secundaria.
Se creó la Comisión Nacional de Educación Física.
Se promulgó la Ley de Pensiones a la Vejez para proteger a ancianos, inválidos y personas desamparadas.
Se concibió al Estado como mediador entre el capital y el trabajo, buscando una sociedad más integrada y humana.

¿Estará enterada la senadora Rodríguez de que, en tiempos más recientes, también se alcanzaron importantes conquistas sociales durante la presidencia de Julio María Sanguinetti?

Basta recordar el Plan CAIF, cuyo propósito es brindar atención integral a niños de 0 a 3 años y a sus familias, con foco en el desarrollo cognitivo, físico, emocional y social. Este programa —resultado de una alianza entre el Estado y organizaciones sociales— fortaleció la crianza, fomentó la participación comunitaria y se convirtió en una política de Estado pionera a nivel mundial, priorizando a familias en situación de vulnerabilidad, aunque orientándose a la universalidad.

También corresponde mencionar la creación de las Escuelas de Tiempo Completo (ETC), concebidas para extender el horario escolar y ofrecer una educación más integral. Los niños permanecen en el centro educativo de 8:30 a 16:00, recibiendo desayuno, almuerzo y merienda. Estas escuelas promueven vínculos más fuertes con las familias y la comunidad, incorporan recursos multimediales, impulsan la capacitación docente y generan espacios de integración que fortalecen la identidad institucional.

Afirmar que las políticas sociales comenzaron con los gobiernos del Frente Amplio no solo es falso: es un intento de reescribir la historia reciente y remota del país. Lo dicho por la senadora Rodríguez no es un simple error; se transforma en un peligroso relato. La legisladora debería, al menos, ofrecer disculpas.