Pocas expectativas con el nuevo gobierno
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Por Lic. Fabian Bochia
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ffbochia@holmail.com
Se viene el tiempo de asunción del nuevo gobierno que encabezará el profesor Yamandú Orsi y la ingeniera Carolina Cosse.
Y la verdad que luego de anunciar el gabinete no nos genera ninguna expectativa. Nada de nada, apenas un cuerpo de militantes adheridos a la causa que dijeron durante cinco años que este gobierno se caía a pedazos, que no reconocieron la lucha contra la pandemia, que no reconocieron nada, solo darle y darle a la lata y al parecer les fue bien. Tienen asegurado el aplauso de un abundante grupo de militantes que están como fuerza de choque y que no analizan nada, sino que solo militan a muerte cada día de su vida. Quizás por allí esté el mayor logro frenteamplista, el tener un ejército de adeptos incapaces de analizar cualquier cosa sino de negar una y otra vez al adversario y aplaudir al propio. Así ha actuado por ejemplo Carolina Cosse, insuperable en el arte de darse por desentendida.
Cada vez que la prensa la consulta por los gastos superfluos y las deudas del Antel Arena sale con que ella está para otra cosa (claro, mire si le va a dar explicaciones al pueblo, ella justamente), que su tiempo vale, que piensa en el futuro y una sarta de nimiedades. De todas maneras hay que mirar en perspectiva, siendo así como es la futura titular del Poder Legislativo, fue ministra de Industria, Energía y Minería, presidenta de Antel, intendenta de Montevideo y quién no sabe si no llega a la titularidad del Poder Ejecutivo. Cosse ha colocado a varios compañeros en los diferentes estamentos del Estado, gente que le aplaude todo y le seguirá aplaudiendo.
Veamos el caso del ingeniero Pablo Menoni, a quien conocimos en nuestros años mozos, persona de excelente nivel y formado como especialista en electricidad. Cosse lo conoció allá por Antel, lo llevó a la Intendencia de Montevideo y ahora será Ministro de Turismo. Quizás haga un gran gobierno pero está formado en otra cosa, sin embargo le dan un ministerio clave que abarca actividades en todo el país y durante todo el año. Por lo que la fidelidad pasa a ser un valor superior a la formación en el área y estamos hablando de una secretaría de Estado.
También hay que decir que el devenir de los acontecimientos es tremendo y muchas veces pasan cosas no previstas, demasiadas veces habría que decir que después uno ve cambios increíbles. Lo decíamos desde estos espacios, Omar Paganini empezó siendo ministro de Industrias y se elevó en un nivel muy interesante, quizás mucho más de los previsto y terminó siendo uno de los hombres de mayor confianza del presidente actual al punto que lo llevó al Ministerio de Relaciones Exteriores para calmar los problemas que por allí se habían generado. Pero antes del antes quién daba algo por este ingeniero, salvo lo que lo conocían.
Quizás el economista Gabriel Oddone, a quien Orsi designó mucho antes de ganar, fue una pieza clave para captar votos del centro y termina siendo el espaldarazo para evitar que el gasto se les vaya por las nubes a los muchachos del MPP, famosos por enamorarse de las cajas del Estado y gastar a mansalva "siempre en aras del pueblo", claro está.
La clave será si Oddone tiene la fuerza de bancar los pedidos de la barra y puede mantener la salud fiscal del país y quizás achicar el déficit, punto que no ha podido lograr el actual gobierno que bien puede esgrimir que de fondo tenía la pandemia que obligó a gastos extra impensados totalmente, lo que es cierto, pero de todas formas quizás faltó mayor esfuerzo fiscal en los tres años posteriores. Eso sí, si se hubiera hecho se podría haber dicho que por eso no se ganaban las elecciones, lo que finalmente pasó igual, pero de todas formas hoy hablamos con el diario del lunes.
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