Preocupa la alta tasa de abandono en Formación Docente
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Por Lic. Fabian Bochia
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En la actualidad, los sistemas educativos enfrentan numerosos desafíos derivados de los cambios sociales, económicos y tecnológicos. Uno de los problemas más críticos que afectan a las instituciones terciarias es la deserción estudiantil, fenómeno que impacta tanto en los estudiantes como en las instituciones educativas y en la sociedad en general.
La deserción en el primer año de los programas de Formación Docente, se ha identificado como un fenómeno que requiere atención urgente. La alta tasa de abandono no solo compromete la formación de futuros docentes, sino que también debilita la oferta educativa en una disciplina que es clave para entender los desafíos globales actuales. Así pues, en años anteriores, se constataba que la cantidad de estudiantes que ingresaban a primer año de profesorado era muy superior a la actual, observando un notable descenso en la cantidad de alumnos.
La deserción estudiantil en la formación docente es un fenómeno que afecta gravemente la continuidad de los futuros profesionales de la educación. A nivel global, esta problemática ha generado preocupación debido a su impacto en la calidad y disponibilidad de docentes cualificados. Diversos estudios, como los de García, L. (2018) vinculados a “Deserción educativa en adolescentes y jóvenes” señalan que este fenómeno está asociado a un problema socioeconómico y cultural, definiendo al término deserción educativa como el fenómeno en el cual el alumno no reingresa a los estudios que había iniciado, no se registra en la matrícula o abandona definitivamente la institución.
Existen múltiples factores que pueden influir en el proceso de la deserción educativa: factores individuales, familiares, institucionales y socioeconómicos. Como factores individuales se destacan: falta de motivación, necesidad de trabajar, abuso de sustancias, paternidad y maternidad temprana, dificultades académicas y cambio de centro educativo; entre los factores familiares se señalan: violencia doméstica, falta de apoyo, estar al cuidado de familiares, bajo nivel educativo de la familia y cambio de residencia. En los aspectos institucionales sobresalen: programas educativos desactualizados, violencia entre pares, escaso vínculo entre el centro educativo y la familia del adolescente. Entre los aspectos socioeconómicos impactan: necesidades básicas insatisfechas, desempleo familiar y ambiente desfavorable en el que se desenvuelven los adolescentes y jóvenes.
Tal como señala la profesora y ex consejera Roxana Cortazzo, en 2020 hubo 32.000 estudiantes en el CFE y 10.000 de ellos fueron nuevos ingresos; en 2021 la cifra creció a 35.000 estudiantes, con un pico histórico. Sin embargo, el “quiebre” se produjo en 2022, cuando la matrícula total bajó a 33.000 estudiantes, con sólo 8.000 ingresos; en 2023 se registraron 30.000 estudiantes y menos de 7.000 ingresos; si bien los datos de 2024 aún no están publicados oficialmente, adelantó que la matrícula total en el CFE es de 27.000 estudiantes y que ese año hubo menos de 6.000 nuevos ingresos. “De 2020 hasta ahora tenemos más de 40% de pérdida” en los ingresos a las carreras de educadores, dijo, y lamentó que se trata de “un dato alarmante” que se “vive en las instituciones” de formación docente lo que presenta un 55% de pérdida de ingresos en el profesorado (Cortazzo, R. 2023).
Así pues, con respecto a lo que pasa en la formación de educadores, Cortazzo señaló que las políticas curriculares se tomaron a partir de los criterios definidos por el Ministerio de Educación y Cultura, por lo que entendió natural que se alejen de las discusiones que venían teniendo estudiantes y docentes del CFE en los últimos años. Además, cuestionó que se quiera generar una formación universitaria sin una presencia adecuada de actividades de investigación y extensión, que sólo encuentran presencia en materias de metodología, como ocurría con el plan anterior. De este modo, se evidencia que la alta deserción estudiantil no solo se explica a partir de los factores y carencias personales y sociales que el estudiante transite, sino también, juega un rol muy importante, el nivel de gestión por parte de las autoridades competentes en el tema, que tomen decisiones que pueden llegar a perjudicar la continuidad y motivación por el estudio de la carrera.
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