La Prensa Hacemos periodismo desde 1888

Se vienen otros tiempos municipales y cabe preguntarse el rumbo que le dará el médico Carlos Albisu a una intendencia que terminó siendo el aparato de lanzamiento, fallido claro, de Andrés Lima.

Una lógica perversa que aplanó todo, que pasó por arriba de todo en la búsqueda de un proyecto personal que ya vemos como terminó. Lo que hay que restaurar en la Intendencia es la idea de que esa institución debe estar al servicio de la sociedad salteña, de cada uno de los salteños y no de uno solo o de los que le aplaudían las estupideces.

El tema es que durante años nadie dijo pío en aras de una especie de izquierda retrógrada que nos hizo retroceder a todos. Lima desprestigió todos los mandos en la búsqueda de concentración de poder. Es una de las cosas que hay que reemplazar de entrada, o sea que cada director, que cada jefe mande de verdad y solucione todos los problemas. Y solo cuando algo sea muy grande o importante pasar al secretario general o al intendente.

Lima estaba en cada detallecito no para solucionarlo sino para pescar votos. Esa lógica terraja y ordinaria fue la que imperó en todos lados y que terminó devastando la estructura municipal. Era más importante repartir folletos que hacer bien el trabajo y el municipal veía como esa perversión le salpicaba todo.

Hay gente que asocia a Lima con el Frente Amplio y es un error. El Frente Amplio paga prendas por no ponerle límites, es cierto, pero a la larga qué tiene que ver una idea descabellada como la de Lima con una fuerza política como el Frente Amplio. Donde hay tanta gente valiosa en todos sus estratos. Claro, cuando se ve que el hombre hace a placer, domina todo, encumbra a su hermano solo por serlo y le pone al servicio la estructura municipal hay gente que cree que eso está bien y los que marcamos la cancha con esos errores terminaos pagando el pato de la boda.

Esa es la primera misión de Albisu. Restablecer algo básico, que la intendencia es un organismo que debe administrar la vida de los salteños según lo dictamina la ley y ser palanca del desarrollo de todos y no de un muñequito de turno.

Por más mesiánico que se crea.

Una vez que Albisu ponga a la Intendencia a funcionar como intendencia todo será más fácil, una vez que los famosos punteros políticos no ocupen lugares de destaque y terminen complicando a todos el camino se va a allanar.

Pensemos que la mayoría de las intendencias del país funcionan con otra lógica y no tienen mayores problemas salvo errores groseros que le pasan a todos.

Nosotros creemos que Albisu tienen la capacidad, los valores y la personalidad para hacerlo. Tienen todo pero debe dar ese paso, asumir el poder que le dio la gente. El pueblo de Salto votó una coalición por abrumadora mayoría y el poder debe estar en ese médico y no en el gremio o en los caciquitos de turno.

Dentro de la ley Albisu puede hacer todo pero no alcanza con la ley, debe atenerse a los principios que lo han inspirado en su vida, que no son otros que los de la honestidad, el trabajo y la solidaridad. No se precisa que sea Marcelino Leal sino que sea lo que ha sido hasta ahora, un hombre de bien, preocupado por su familia, por su Salto y por ayudar a mucha gente como lo ha hecho probadamente y sin ningún interés económico ni partidario. Si Albisu es Albisu no va a tener problemas. Y Salto va a ganar pues tendrá a su frente a un hombre sensato. Solo eso.

 

Comentarios potenciados por CComment

Ranking
Recibirás en tu correo electrónico las noticias más destacadas de cada día.

Podría Interesarte