
“18 años sin justicia" /
La lucha de un padre que no se rinde
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Por Pedro Rodríguez
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moviles@laprensa.com.uy

Juan José Barreto lleva 18 años buscando respuestas. Su hijo, Charles Ferreira, murió en 2007 en circunstancias que todavía hoy siguen sin aclararse. Desde entonces, este padre no ha dejado de pedir justicia, convertido en símbolo de perseverancia frente a la impunidad.
La historia fue contada por el propio Barreto en una entrevista realizada por Pedro Rodríguez para La Prensa Streaming, donde repasó con emoción y firmeza todo lo que ha vivido desde aquel día.
¿Accidente de tránsito?
La tragedia ocurrió el 21 de abril de 2007 en Salto, Uruguay. Charles tenía 23 años y había salido con amigos a un baile en la zona de Tropezón. Según testigos, la policía lo detuvo antes de entrar, lo esposó y lo subió a una camioneta policial. Horas después, su cuerpo apareció sin vida al costado de la Ruta 31, con un fuerte golpe en la nuca. Aunque se intentó explicar su muerte como un accidente de tránsito, las pruebas no respaldan esa versión.
Barreto y familia fueron arrestados...
Juan José Barreto y su familia fueron detenidos aquella madrugada cuando se acercaron a la comisaría buscando noticias. Les mintieron, diciéndoles que Charles estaba en el hospital. Recién al mediodía, les informaron que había fallecido. Para entonces, el cuerpo ya había sido trasladado a la morgue del cementerio central, sin aviso ni autorización familiar.
Archivo por falta de pruebas
A lo largo de los años, han surgido múltiples irregularidades en el caso. Los testimonios de los policías que estuvieron con Charles esa noche se contradicen. Uno dice que lo dejó a 50 metros de su casa, otro habla de 75. Nadie da una versión clara ni coherente. A pesar de estos indicios, la justicia archivó el expediente por “falta de pruebas”.
Ex policía quebrado confesó la verdad...
Uno de los momentos más duros y reveladores fue cuando un ex policía, de apellido Márquez, se quebró y confesó la verdad: que Charles había sido golpeado por la policía. Para la familia, este testimonio fue clave. Sin embargo, la justicia desestimó su declaración, alegando supuestos problemas psiquiátricos. Años después, Márquez sigue caminando por las calles como cualquier otra persona.
Jueza trasladada...
Barreto recuerda con dolor la imagen de su hijo: "No tenía señales de accidente, solo un golpe fuerte en la cabeza. Si lo hubieran llevado preso, como correspondía, estaría vivo", asegura. También destaca el trabajo de la jueza Marcela Vargas, quien sí creyó en la versión de la familia y pidió más investigaciones. Poco después, fue trasladada y reemplazada por otra jueza que archivó el caso.
“Nos cambió la vida para siempre”
A pesar del tiempo, de las puertas cerradas y del silencio, sigue buscando la verdad. “No tengo las mismas fuerzas que antes, pero tengo fe en que algún día se va a saber lo que pasó. No quiero morir sin saber la verdad”, confiesa. En esta Semana Santa, mirando a cámara en La Prensa Streaming, Barreto deja un mensaje para quien pueda saber algo: “Si sabés algo, hablá. No cargues con ese silencio toda la vida”. Porque cuando se pierde un hijo, no se descansa hasta encontrar justicia. Aunque pasen 18 años. Aunque parezca imposible.
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