Carta del lector /
No naturalizar la mentira
La mentira adopta múltiples formas: desde las llamadas “piadosas”, destinadas a evitar conflictos o suavizar realidades, hasta aquellas motivadas por intereses egoístas y voluntad de manipulación. A menudo se confunde con exageraciones, rumores, silencios deliberados, juicios temerarios o calumnias, lo que dificulta identificarla y enfrentarla. Aunque la educación familiar suele inculcar el valor de la verdad, en la práctica cotidiana se recurre a la mentira para evitar consecuencias incómodas, por temor o por incapacidad de comunicarse de manera clara y oportuna. Así, pequeñas mentiras diarias se vuelven hábitos casi imperceptibles, normalizados en la convivencia social.
Para que nuestro periodismo exista, tiene que haber personas como tu, dispuestas a apoyarlo. Considera hacerte miembro de nuestra comunidad de lectores eligiendo uno de nuestros Planes y así podrás leer el artículo completo. Puedes empezar por los 30 días gratis!
Comentarios potenciados por CComment