
De Angélica Pérez /
Donación de cuadros para Inmujeres
Angélica Pérez Pallarés es una maestra jubilada muy apreciada en Salto, también artista plástica (siempre vinculada a APLAS) e incansable luchadora por los derechos de personas con capacidades diferentes. Sobre esto último, es una gran conocedora del tema por vivirlo a diario con su eterna compañera, su hija María José. Sobre estas cuestiones y sobre todo sobre el vínculo con María José, Angélica publicó un libro hace unos años. Pero esta vez, es noticia por una importante donación de cuadros de su autoría realizada a Inmujeres, institución estatal que en Salto funciona en sede del Mides (Vilardebó 912). En el acto estuvieron varias autoridades, entre ellas la referente de este programa Adriana Miraballes y la Coordinadora de Género y Generaciones, Miguelina Biassini.
"Una búsqueda de luz"
Consultada al respecto por LA PRENSA, dijo que el significado de una de esas pinturas “es como una búsqueda desesperada de luz en un momento crucial de mi vida, donde parecía que tocaba fondo, que no podía más; hice ese cuadro para largar todo lo que sentía Entonces como ahí (en Inmujeres) trabajan con muchas mujeres muy necesitadas y con muchos problemas sociales, económicos, de todo, pensé que ese cuadro servía para ahí y justo la psicóloga y todas están encantadas porque interpretaron el cuadro y era tal cual lo que ellos pensaban”. En general, dijo, “esos cuadros se los regalé porque también son escaleras y círculos, todo en un avanzar, una explosión de salir a la luz una búsqueda continua”.
Un poema
Agregó que quienes recibieron el obsequio “estaban encantados, todos felices, y después del descubrimiento del cuadro le regalé una poesía de una autora brasileña”.
Esos versos son:
“Estoy hecha de retazos, pedacitos coloridos de la vida
que pasan por la mía y que voy cosiendo con el alma
no siempre son bonitos ni siempre felices
se me agregan y me hacen ser quien soy en cada momento,
en cada contacto voy quedando mayor en cada retazo
un trozo de vida, una lección un cariño, una nostalgia
que me hace más persona, más humana, más completa,
y pienso que es así como la vida
se hace de pedazos de otras gentes que a su vez
se van convirtiendo en partes de la gente también
y lo mejor es que nunca estaremos finalizados
siempre habrá un retazo más para vivir y unir al alma
por lo tanto gracias a cada uno de ustedes
que forman parte de mi vida
y que me permiten engrandecer mi historia
con los retazos dejados en mí y que yo pueda dejar retazos de mí
en los caminos que puedan ser parte de sus historias
y así de retazo en retazo podamos convertirnos un día
en una inmensa manta de nosotros.
Emotivo
Por sobre todo, Angélica destacó que el acto “fue muy emotivo”, incluso “la gente lagrimeó mucho, la gente expresó lo que sentía, mi hija también habló un poquito…Ella decía que no entendía mi vida, cómo yo me dedicaba tanto a los otros y que recién hoy la entendió. Para mí fue una caricia enorme al alma, un poco más de energía para seguir”, concluyó.
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