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En un esfuerzo conjunto por cerrar el año con una explosión de talento y aprendizaje, la Escuela de Canto “El Camino de la Voz”, dirigida por Ela Canessa, y la Escuela de Música “La Fusa”, liderada por Lucas Martínez, Luis Silvestri y Sergio Dutra, anunciaron un gran concierto de fin de año. El evento, que se realizará este sábado 20 de diciembre en Chalet Las Nubes a las 21 horas.

Desde la sala de streaming del diario La Prensa, los protagonistas compartieron los detalles de un espectáculo que no solo será una muestra de lo aprendido, sino también un manifiesto sobre la importancia de la música en vivo, la educación artística y la sensibilidad humana.

Un proyecto que une voces e instrumentos

“Somos dos escuelas diferentes, pero complementarias”, explicó Ela Canessa, cantante lírica con amplia trayectoria internacional. “Mis alumnos trabajan la voz, y los de La Fusa aportan la parte instrumental. La idea es unir fuerzas para que ambos grupos puedan vivir la experiencia de tocar y cantar con música en vivo”.

Por su parte, Lucas Martínez, baterista y cofundador de La Fusa, destacó la dinámica de colaboración entre los estudiantes, “Queremos que los alumnos experimenten el trabajo real de un músico, ensayar, coordinar, improvisar, enfrentarse al escenario. Es un aprendizaje integral”.

El evento contará con más de una veintena de intérpretes, tres baterías sonando en simultáneo y una puesta en escena ambiciosa que refleja el crecimiento de La Fusa, una escuela que apenas tiene nueve meses de vida. “Este concierto es nuestro cierre de primer año, y nos llena de orgullo compartirlo con los alumnos de Ela”, comentó Luis Silvestri, bajista de la institución.

La música en vivo, una experiencia que la inteligencia artificial no puede replicar

Uno de los ejes más interesantes de la charla fue la defensa apasionada de la música en vivo como una forma de arte irremplazable. “Algunos creen que la música en vivo está en decadencia, pero yo pienso que vive su mejor momento”. “Porque si hay algo que una inteligencia artificial no puede hacer, es subirse a un escenario y crear ese vínculo emocional con el público”. Los artistas coincidieron en que, en una era dominada por la inmediatez y la automatización, la enseñanza de la música representa un acto de resistencia cultural. “Hoy todo es rápido, inmediato, y se pierde el proceso”, reflexionó Canessa. “Nosotros tratamos de enseñar que la música es trabajo, ensayo, paciencia y encuentro. No se trata solo de resultados, sino de vivir el proceso artístico”.

Educar a través del arte: disciplina, sensibilidad y comunidad

Durante la entrevista, los docentes destacaron que la educación musical va mucho más allá de aprender notas o técnicas. Es una escuela de vida. “No se puede enseñar música sin transmitir valores humanos”, sostuvo Silvestri. “La disciplina, la sensibilidad, el respeto por el proceso de cada uno… todo eso forma parte de lo que tratamos de inculcar”.  “Cada alumno tiene su propio ritmo y su camino. No todos cantan igual ni aprenden igual. Nuestra tarea es acompañarlos, reconocer sus fortalezas y debilidades, y ayudarlos a crecer desde ahí”.Esa filosofía inclusiva se refleja en la diversidad del alumnado: desde niños que sueñan con ser artistas hasta adultos mayores que encuentran en la música una forma de terapia. “Tengo jubilados que decidieron empezar a cantar, incluso una alumna que se recuperó de un accidente grave y volvió a cantar bachata. Todos ellos estarán en el escenario mostrando su proceso. No buscamos la perfección, sino el compartir”, contó Ela.

Más que un concierto, una celebración

El espectáculo incluirá dúos, grupos vocales, armonías corales y músicos invitados. Entre ellos, el violinista Lucas Albarrey y un conjunto de acordeonistas liderados por Grusone, que aportarán un toque clásico y navideño al repertorio. “Será una fiesta”, “Más allá de la enseñanza, queremos celebrar la música, generar un espacio de encuentro entre alumnos, familias y público. Que todos se sientan parte de algo grande”. Las entradas anticipadas tienen un costo de 250 pesos y pueden adquirirse en Vice Electrónica, en el Shopping de Salto, o contactando directamente a los organizadores a través de Instagram: @elcaminodelavoz y @lafusaescuela.

La música como lenguaje universal

“Enseñar música es enseñar un idioma”. “Leer partituras es como ser bilingüe: estás aprendiendo una nueva forma de pensar y comunicarte”. Para los docentes, ese aprendizaje no solo amplía horizontes artísticos, sino también cognitivos y emocionales. Además, subrayaron el valor de la música como vía de escape y sanación. “Muchos adultos mayores vienen a clases como una forma de terapia. La batería, por ejemplo, es una descarga emocional. Es un bálsamo contra el estrés cotidiano”, contó Martínez.

Una invitación abierta a todos los públicos

El mensaje final fue una invitación abierta a toda la comunidad salteña, “Nunca es tarde para empezar”, coincidieron todos. “No importa la edad ni la experiencia. Lo único que se necesita es el deseo de cantar o tocar”. Ambas escuelas mantienen sus inscripciones abiertas. La Fusa funciona en el Centro Cultural de Academias Previales, en calle Lavalleja 42, mientras que El Camino de la Voz tiene su sede en Varela 718. Los interesados pueden contactarse mediante redes sociales o por teléfono con los docentes.

Música que une y transforma

Y quizás esa sea la verdadera esencia del concierto de fin de año, una celebración de la música como puente entre generaciones, emociones y comunidades, una muestra de que el arte no solo forma artistas, sino también personas más sensibles, pacientes y humanas. Las entradas tienen un costo de $250 que se pueden adquirir con anticipación.

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