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                    “No queremos padecer el verano, queremos disfrutarlo”
                
            
            
			
            	El edil de la coalición republicana en Salto, Jesús Grasso, reavivó un reclamo que considera “histórico y de justicia”, que el norte del país tenga una tarifa diferencial de electricidad durante los meses de verano. La propuesta, que será presentada en el próximo Congreso de Ediles, apunta a aliviar la carga económica que enfrentan los hogares y comercios del norte uruguayo, donde las temperaturas suelen superar por amplio margen a las del sur.
“No se trata solo de una cuestión económica, sino de dignificar la vida de las personas. En el norte sufrimos temperaturas que nos obligan a un consumo energético mucho mayor”, explicó en una entrevista en el Streamaing de Diario La Prensa.
Desigualdad climática y económica
El edil argumentó que existen diferencias objetivas que justifican el pedido. Según los datos que manejan desde su bancada, Salto registra temperaturas entre 5 y 10 grados más altas que Montevideo durante el verano. Esto implica un mayor uso de aire acondicionado y ventilación, con el consecuente aumento en la factura de electricidad.
A esa brecha climática se suman las diferencias de ingresos. “Un hogar promedio en Salto percibe unos 86 mil pesos mensuales, mientras que en Montevideo el promedio ronda los 120 mil. Pagar la luz representa el doble de esfuerzo económico para un hogar del norte”, explicó.
El edil señaló además que la informalidad laboral alcanza el 30% en el norte, frente al 15% de la capital, lo que deja a muchas familias más expuestas a la vulnerabilidad económica.
Salud, educación y calidad de vida
Más allá del aspecto financiero, Grasso hizo hincapié en los efectos del calor extremo sobre la salud y el bienestar. “Las altas temperaturas alteran el sueño, afectan el ritmo cardíaco y reducen la productividad. También está demostrado que fomentan el consumo de alcohol”.
También mencionó casos concretos, “Padres de alumnos hacen colectas para comprar aires acondicionados en liceos, porque los estudiantes no soportan las temperaturas en los salones. En algunos casos, los jóvenes estudian de noche y duermen de día porque el calor los obliga a invertir su rutina”. Asimismo, destacó el impacto sobre adultos mayores, personas con discapacidad y madres con niños pequeños, que sufren particularmente los efectos del calor.
El norte produce energía, pero paga más
Otro argumento central de la propuesta tiene que ver con la paradoja energética, el norte produce buena parte de la electricidad que consume el país, pero no recibe ningún beneficio directo. “Salto Grande aporta más de un tercio de la energía nacional, pero a cambio el departamento sufrió pérdida de tierras productivas y erosión costera. Además, la región tiene una de las mayores producciones solares del país, con granjas fotovoltaicas que generan electricidad todo el verano”.
En ese sentido, destacó que Uruguay es líder mundial en energías renovables, con más del 98% de su matriz basada en fuentes limpias. “Si hace 20 años pedíamos este descuento, quizás no era viable. Hoy, con energía solar, eólica e hidráulica, sí lo es”, aseguró. Incluso recordó que el país exporta electricidad a Argentina y Brasil a precios menores de los que paga el consumidor uruguayo.
Un estímulo para la descentralización
Grasso también enmarca su propuesta en un proceso más amplio de descentralización y desarrollo regional. “Esto no solo beneficiaría a las familias, sino también a las pequeñas y medianas empresas del norte, que deben competir con los precios de frontera y asumir costos energéticos más altos para mantener sus locales climatizados”.
El edil ve en esta medida una oportunidad para atraer inversiones industriales hacia el norte del país. “Sería una muy buena señal para que las empresas piensen en instalarse fuera del sur. Más actividad económica significa más empleo y desarrollo”.
“UTE no debe ser un ente recaudador”
El dirigente recordó que las empresas públicas fueron creadas para brindar servicios al menor costo posible, no para recaudar. “UTE es un ente del Estado, no debería funcionar con lógica empresarial. Hoy está en condiciones tecnológicas y financieras de ofrecer este beneficio”, insistió.
Mencionó además los avances en infraestructura eléctrica y la incorporación de contadores inteligentes, que permiten una administración más flexible y eficiente del consumo.
Un reclamo con respaldo y horizonte político
El edil adelantó que la propuesta será presentada formalmente ante el Congreso de Ediles y que ya cuenta con el interés de instituciones locales como el Centro Comercial de Salto y la Universidad de la República (UDELAR). También buscará el apoyo de la Universidad Católica y de las juntas departamentales del resto del país.
“Queremos que este tema llegue al Ministerio de Industria y al Ejecutivo Nacional. Las condiciones están dadas y el norte no puede seguir esperando”, concluyó. Grasso confía en que la medida marque “un antes y un después” para la región, “Queremos disfrutar del verano, no padecerlo. Es una cuestión de justicia territorial, social y humana”.
 
						 
						 
						 
						 
						 
               
               
               
               
						 
						
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