
Historias de vida /
Gladys Monetta “La Salteñita”. (II)
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Por Leonardo Vinci
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joselopez99@adinet.com.uy

Un buen día, una amiga me agrega al grupo de recuerdos en Facebook en el que habían subido una de mis fotos cantando en el Teatro Larrañaga y alguien preguntó por mí. Mi hija más chica comentó que estábamos viviendo en Concordia desde hace muchos años. Varios seguidores hicieron referencia a mi juventud y eso me alegró mucho.
Yo no le había contado a mis hijas cómo me había hecho conocida desde jovencita como “La Salteñita” y comentado acerca de mis actuaciones artísticas. Fueron otras personas las que me recordaron a través de comentarios muy lindos en las redes sociales. Me alegró mucho saber que la gente me recordaba con cariño. Y así, ellas se fueron enterando de mis presentaciones musicales. Para mí fue una alegría que mis hijas descubrieran esa otra faceta de su madre.
Hay mucha gente que se acuerda de mí...
Mis nietos me han pedido que les enseñe a tocar la guitarra, pero aún no lo he hecho, tal vez por no tener alma de docente. A mi hija más chica le gusta la música y toca otro instrumento. Con el tiempo conocí a Jesús y ahora estoy sirviendo en la Iglesia. Siento que mi vida cambió. En el templo me he encontrado con gente que dice recordarme de la época en que yo cantaba. Así es que aquí (en Concordia) también hay que gente que se acuerda de mí cuando actuaba en la radio y en los escenarios. Hoy lo hago para Cristo. Después de 12 años volví a cantar, pero lo poco que estoy haciendo, lo hago para él, porque nunca más volvía a tocar la guitarra en público, aunque mis nietos me lo reclaman.
Siempre actué con humildad
Nos hemos encontrado por Facebook con mi amiga Esther Da Costa Leites, que en estos días transita el mismo camino que yo, con quien tuvimos una linda charla. Resulta que somos del mismo barrio. Ella está en España desde hace años. Es bueno tener tantos recuerdos del tiempo pasado en el que tuvimos muchas satisfacciones a nivel personal. Yo venía de una familia muy humilde que siempre sostuvo que lo primero era el trabajo y la honradez. Pienso que gané la simpatía a través de esa humildad con la que siempre actué.
Canté ante miles...
Cuando mis hijas escuchan que fui una artista conocida y querida yo les digo que si bien me ha tocado actuar ante miles de personas en los festivales nacionales, en los mismos me he desenvuelto con la humildad que me enseñaron mis padres, tratando de lograr mis sueños. Hoy mi vida es muy distinta y todo aquello ha quedado como un lindo recuerdo.
El recuerdo de Radio Cultural y Ramón Vinci
La popularidad que alguna vez tuve y el reconocimiento a mi persona, se la debo en gran parte a la Radio Cultural, donde Don Ramón Vinci me dio la oportunidad de actuar periódicamente y siempre fui recibida con la mejor predisposición para estar al aire. Para mí fue un regalo. Yo me siento agradecida con esa oportunidad que siempre me brindaron. Un especial recuerdo para la señora de Vinci a la que yo le tenía tanto respeto. Y también para con Don Ramón Vinci. Me acuerdo que cuando éramos niños, él iba diariamente a la planta emisora. Nosotros sabíamos que siempre llegaba al mediodía, y como íbamos a la escuela 64 con mis hermanos, corríamos desde mi casa- en la chacra donde vivíamos- hasta la planta, porque él nos llevaba en la camioneta y nos ahorrábamos un montón de cuadras. Don Ramón era un hombre bonachón, buen consejero, que te miraba directamente a los ojos, como lo hacen las personas buenas y leales. Ese es el recuerdo que tengo de él. Guardo fotos con él el día de mi casamiento cuando tuve el privilegio de contar con su presencia.
Hace 40 años que vivo en Argentina pero mi corazón es uruguayo
Si bien es cierto que hace casi 40 años que tengo la radicación en la Argentina, nunca abandoné mi nacionalidad uruguaya, porque yo, hasta el último día de mi vida voy a ser parte de la patria chica que me vio nacer. Mi corazón siempre estará allí.
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