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 7. RIVERA CONSPIRA JUNTO LOS REPUBLICANOS DE RIO GRANDE. Caetano no ignora que bajo la ocupación brasileña Rivera conoce como un activo el espíritu republicano y anti imperial de la oficialidad riograndense. Ese espíritu republicano determinará pocos años después la creación contra el Imperio de la República de Rio Grande que durara 10 años, la que fuera aliada del bando de Rivera. Existen numerosos testimonios de las relaciones conspirativas bajo la Cisplatina de Rivera con esa oficialidad republicana riograndense. Entre ellos los de Pedro Pablo Sierra o el de Pedro Juan Brito.

8. EL ENFRENTAMIENTO GEOPOLÍTICO. Caetano no ignora que el mapa en la cabeza de Rivera, según numerosas evidencias, era la Liga Federal más Rio Grande y sin Buenos Aires. Eso era el resultado pos artiguista de ver a Buenos Aires como enemigo. Eso lo llevó también a Rivera, en su segunda presidencia, a constituir la llamada “Quíntuple alianza” para combatir a Rosas. La misma fue conformada en Paysandú y estaba integrada por Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Rio Grande y la Banda Oriental. En Paysandú estuvieron contestes, asimismo, delegados de Santa Fé y Córdoba. La idea era crear lo que en la época se llamó el “Uruguay mayor”. Ese proyecto de país “gaucho” murió en la derrota republicana del 6 de diciembre de 1842 en Arroyo Grande contra el rosismo. El revisionismo histórico ha implantado una falsedad: que los colorados eramos unitarios. Nunca lo fuimos ni nosotros, ni la mayoría de los exiliados de Rosas que albergamos en Montevideo, que se decían a si mismo liberales, no unitarios. El mapa en la cabeza de los Caballeros Orientales y la expedición de los “33 orientales” era el Virreinato del Río de la Plata con capital Buenos Aires.

9. EL ENFRENTAMIENTO IDEOLÓGICO. Caetano no ignora que los Caballeros Orientales y el “artiguismo posible”, según la feliz expresión de Padrón Fabre, o la “patria posible” según la feliz expresión de López Mato, estaban enfrentados no solo por concepciones geopolíticas sino también por concepciones ideológicas.  Mientras Buenos Aires y buena parte de la elite montevideana no sabían si eran republicanas o monárquicas, por ejemplo, Artigas y Rivera serán partidarios de un confederalismo o federalismo republicano de fuente en las Constituciones de Estados Unidos. Muy adverso, desde luego, al federalismo autoritario de fuente hispánica que ejerciera Rosas y sus aliados. Los separaba nada más y nada menos que la libertad. 


10. EL FIN DEL ACUERDO ENTRE LOS BANDOS. Caetano no ignora que los bandos pactaron paz entre ellos para sacar a los portugueses. El acuerdo entre los bandos duró entre abril de 1825 y enero de 1826. Entre el acuerdo de Monzón y enero de 1826. En esta última fecha los Caballeros Orientales, con la anuencia de Lavalleja, logran la disolución del Regimiento Oriental de los Dragones y la inserción de sus miembros en el Ejército centralista argentino. Rivera se retira del Ejército en nombre de la autonomía provincial “por la que hemos luchado desde los tiempos de Artigas” dice y craneará la invasión a las Misiones que fue la causa luego de nuestro nacimiento como Estado.


11. LA REPRESENTACIÓN POLÍTICA DE RIVERA. Caetano sabe bien que la expedición de los “33 orientales” con el apoyo de Rivera encontró la popularidad y el apego de toda la campaña que seguía Rivera. Solo Rivera convocaba multitudes. Rivera mandó cartas a todos los pueblos, se conservan muchas, diciendo ha llegado la hora que tanto deseábamos de sacudir la tiranía, de lo que tanto hemos hablado. En algunos pueblos se celebró con fiesta la adhesión de Rivera a la revolución.  Más allá de los méritos del Gral. Lavalleja no estaba entre ellos la popularidad que tenían Artigas o Rivera. Intentó una revolución en 1823, sin el apoyo de Rivera, y así como llegó se fue. Intentó luego dos revoluciones contra el Presidente Rivera (1832 y 1834) y entró y salió del país sin ningún apoyo de la gente.  Rivera tenía bajo sus órdenes a 700 hombres, sin contar el eventual apoyo brasileño, unos 8.000 hombres entonces. Podía destrozar a Lavalleja en media hora. Se juntaron en el arroyo Monzón, intercambiaron proyectos, consiguieron consensos, salieron abrazados e hicieron la revolución. Para Caetano el Monzón no existió. Raro. Pues sin Monzon no hubiera habido 25 de agosto.


12. LA VERDAD SOBRE EL 25 DE AGOSTO. Caetano no ignora en suma el 25 de agosto está en el medio de la colaboración entre Rivera y Lavalleja. Un mes después Rivera obtendrá el primer triunfo de la revolución, en Rincón, septiembre de 1825. Dos días después de Monzón, en mayo de 1825, Rivera ya participaba de escaramuzas contra los brasileños y reducía sus tropas.

 

13. EL DEBATE SOBRE LAS FECHAS PATRIAS. Caetano no ignora que el Partido Colorado fue siempre partidario del 18 de Julio como fecha nacional por dos razones. Primero porque es la fecha de instauración de la República. Es la fecha de los republicanos. Segundo porque el 25 de agosto los orientales nos declaramos integrantes de la Argentina, bajo la égida bonaerense. Eso era revulsivo para los artiguistas. Y como decía una de las Instrucciones del año XIII, Buenos Aires jamás deberá ser la Capital.  Como se sabe ese fue el eje de la discusión del Centenario, hace 100 años, de tal manera que una cámara votó por el 18 de Julio, otra por el 25 de agosto y la Asamblea General nunca se pronunció.


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