A dos años de su renuncia al Ministerio de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo decidió volver a hablar. En su primera entrevista desde aquel episodio, concedida al programa Malos Pensamientos, el excanciller ofreció una detallada defensa de su actuación en la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset, apuntando duramente contra la ex vicecanciller Carolina Ache y el actual prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, a quien acusa de haber “armado un entramado político” para perjudicar al entonces presidente Luis Lacalle Pou.

Bustillo aseguró que Díaz “arrastró a Ache por una intención política” y que esa supuesta operación terminó con la designación de la ex vicecanciller como embajadora en Portugal. Con ironía, sostuvo que hoy existen “tres maneras de ser embajador: de carrera, político o de favor”, repitiendo que “favor con favor se paga”. Según él, Ache habría participado en una estrategia destinada a afectar al expresidente por considerarlo “un rival de fuste”.

La entrega del pasaporte y la actuación de Cancillería

El ex canciller defendió con firmeza el rol de su ministerio en el episodio. Aseguró que la Cancillería “actuó perfectamente bien” y que la expedición del pasaporte a Marset se trató de “un trámite exclusivamente administrativo”, del que no tuvo conocimiento hasta que la prensa difundió la peligrosidad del narcotraficante. Reconstruyó tres momentos clave, todos ocurridos mientras él estaba de viaje y Ache ejercía como ministra interina: la primera comunicación sobre los antecedentes de Marset, la autorización para iniciar el trámite y el intento de incluir el documento en la valija diplomática con destino a Emiratos Árabes. Añadió que no sabía que Ache se había reunido con el abogado del narcotraficante, Alejandro Balbi, y la acusó de “fingir demencia” ante la exposición pública del caso, pese a tener bajo su responsabilidad tres direcciones, entre ellas la de Asuntos Consulares, donde se tramitó el pasaporte.

El teléfono, la grabación y los mensajes eliminados

Uno de los puntos más controvertidos del caso —su frase pidiéndole a Ache que tirara el celular— también fue abordado. Bustillo calificó de “deleznable” que la exvicecanciller grabara una conversación privada, y argumentó que su comentario fue producto del cansancio y de un momento de enojo. “Le podría haber dicho ‘tirate por la ventana’, cualquier cosa. Fue lo que se me ocurrió para sacármela de encima”, aseguró. Respecto a los mensajes de WhatsApp que Ache debía entregar a la Justicia, sostuvo que ella no quería que trascendieran porque “quedaba muy mal parada”, y responsabilizó nuevamente a Jorge Díaz por recomendarle grabar la llamada y por el “armado” que, según él, rodeó todo el episodio. Afirmó además que en la investigación administrativa de Cancillería Ache se negó a entregar los chats y que incluso “prepotearon” a la instructora del sumario. Bustillo negó haber mentido al Parlamento y dijo que el Frente Amplio insiste en una acusación sin sustento. Explicó que decidió hablar ahora porque Ache fue nombrada embajadora y porque recibió un sumario junto al exjefe de Jurídica, Carlos Mata. Cerró con una frase directa: “Cuando el animal tiene cuatro patas y cola, es gato. El gato se llama Jorge Díaz”.