
Adiós a un Maestro
Este miércoles 16, a los 99 años y a tan solo un mes de cumplir un siglo de vida, falleció el reconocido escritor, docente y poeta José María Obaldía, una de las figuras más queridas de la cultura nacional. Su partida marca el fin de una etapa luminosa para la literatura uruguaya, especialmente en el terreno de la narrativa oral y la literatura infantil.
MAESTRO DE GENERACIONES
Obaldía fue mucho más que un escritor. Maestro de vocación, lexicógrafo, narrador oral y académico, supo combinar el rigor del saber con la calidez de la transmisión oral. Fue presidente de la Academia Nacional de Letras del Uruguay entre 1999 y 2003, y su influencia se extiende tanto por los caminos formales del conocimiento como por la sensibilidad popular de su obra. Durante su vasta trayectoria, escribió cuentos, poesías, y textos escolares que acompañaron a generaciones enteras de estudiantes uruguayos. Su capacidad para contar historias surgía de la raíz profunda del Uruguay rural, especialmente del paisaje humano de su natal Treinta y Tres, donde nació el 16 de agosto de 1925.
HOMBRE DE LETRAS Y DE CANCIONES
Además de su obra escrita, Obaldía también dejó su huella en la música popular: fue autor de letras que Los Olimareños y otros grupos musicales transformaron en canciones entrañables. Esa dimensión musical de su trabajo lo conectó aún más con el pueblo, llevándolo a lugares donde el libro a veces no llegaba, pero la canción sí. Desde distintos rincones del país se multiplican por estos días las muestras de afecto y gratitud.
UN LEGADO VIVO
Aunque físicamente nos ha dejado, el legado de Obaldía vive en sus libros, en sus palabras cantadas, en los cuentos contados al borde de una estufa o en una clase de escuela rural. Su obra seguirá enseñando, emocionando y sembrando humanidad en las nuevas generaciones. Hoy, Uruguay despide a uno de sus grandes. Pero no con tristeza, sino con gratitud. Porque José María Obaldía no solo vivió 99 años: los llenó de sentido.