Regula funciones de suma importancia en el ser humano

El magnesio es uno de los minerales de gran importancia para el cuerpo humano. Es fundamental para regular la función de los músculos y el sistema nervioso -equilibra el sistema nervioso central y es relevante para transmisión de los impulsos nerviosos- y permite la asimilación del calcio y la vitamina C. Además, puede ayudar a bajar de peso y reducir el abdomen. Para ello, es crucial comer alimentos que sean ricos en el mineral.

Su presencia en vegetales

La mayor parte de la dieta rica en magnesio se relaciona con la ingesta de vegetales, principalmente en verduras de hoja verde oscura. Aun así, la lista de posibles alimentos a consumir es variada: se incluyen frutos secos, legumbres, dulces, harinas, lácteos, carnes, entre otros. Un ejemplo es el caso del chocolate negro, cuyo alto contenido de cacao, cuando es arriba del 70%, es una gran fuente de magnesio. Tienen la función de transportar el oxígeno a las células, mantener el equilibrio hídrico, contribuir a la defensa frente a las infecciones y sirven para el material estructural y el crecimiento. También regulan el flujo de los líquidos corporales e intervienen en la constitución de los tejidos y la elaboración de hormonas. Su ingesta en las proporciones correspondientes es necesaria para una dieta saludable.

Elimina el cansancio, regula el azucar en la sangre y la presión sanguinea

El magnesio, también elimina el cansancio, regula los niveles de azúcar en sangre y la presión sanguínea. Uno debería ingerir una cantidad específica de miligramos del mineral por día. Para los varones, esto varía entre los 270 y 350 miligramos diarios, mientras que para las mujeres, se mantiene constante en los 280 miligramos por día, salvo durante la adolescencia, que sube a 300.

No consumir suficiente magnesio por un tiempo prolongado puede causar problemas en los riñones al retener y limitar la cantidad que se elimina en la orina. La pérdida del apetito, náuseas y vómitos, fatiga y debilitamiento. Aún así, su insuficiencia extrema puede causar entumecimiento, hormigueo, calambres musculares, convulsiones, cambios de personalidad y anomalías en el ritmo cardíaco.