Una jornada por el planeta

Este martes 22 de abril se celebra la 55ª edición del Día de la Tierra, una fecha clave para visibilizar la importancia de preservar los ecosistemas del planeta. Más de mil millones de personas se movilizan cada año, respaldadas por un movimiento ecologista internacional que busca acelerar la transición hacia energías renovables. La organización Earth Day Network ha fijado como objetivo triplicar la generación de energía limpia para 2030, destacando que países como Estados Unidos podrían cubrir sus necesidades energéticas exclusivamente con fuentes renovables para 2035.

Retos energéticos y justicia ambiental

Actualmente, más de 3.800 millones de personas no alcanzan el Mínimo de Energía Moderna (MEM). Earth Day Network resalta que la expansión de energías limpias no solo combate el cambio climático, sino que también mejora la salud, erradica la pobreza y eleva la calidad de vida global. “Estamos ante una revolución humanitaria”, asegura Aidan Charron, portavoz de la organización.

Acción climática concreta

Más allá de su valor simbólico, el Día de la Tierra impulsa miles de acciones concretas: desde la reducción de emisiones hasta la restauración de ecosistemas. Estos gestos forman parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La ciudadanía puede participar a través de iniciativas como la alfabetización climática, la reducción del uso de plásticos, la reforestación, la limpieza de espacios naturales y el consumo de moda sostenible.

Orígenes e impacto global

Originado en EE. UU. en 1970, el Día de la Tierra fue reconocido internacionalmente por la ONU en 2009. Desde entonces, ha adquirido relevancia mundial, reflejando un cambio de paradigma: la defensa del medio ambiente es hoy una prioridad urgente. En 2025, el mensaje es claro: solo hay una Tierra, y su cuidado no puede esperar.