Día Mundial de la Sonrisa /
Un gesto simple que transforma vidas
Cada primer viernes de octubre se celebra el Día Mundial de la Sonrisa, una fecha creada en 1999 por Harvey Ball, el diseñador del icónico símbolo Smiley Face o Carita Feliz. Ball quiso que ese día estuviera dedicado a la felicidad y a llevar alegría a otros, aunque solo fuera por unas horas. Tras su fallecimiento en 2001, se fundó la Harvey Ball World Smile Foundation, organización que realiza actividades anuales y recauda fondos para obras benéficas, difundiendo la alegría a nivel global.
La sonrisa no es solo un gesto agradable: aporta múltiples beneficios. Al sonreír, nuestro cuerpo libera endorfinas y serotonina, hormonas que mejoran el estado de ánimo, reducen el estrés y fomentan la sensación de bienestar. Además, la sonrisa es un lenguaje universal, gratuito y contagioso. Facilita la comunicación, fortalece la autoestima, genera seguridad en uno mismo y en quienes nos rodean, y puede influir positivamente en la vida profesional, social e incluso en la seducción.
Cada año, millones de personas celebran esta jornada compartiendo frases célebres que resaltan la importancia de sonreír. Entre ellas destacan proverbios como: “La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz”, de origen escocés; “Una gran sonrisa es un bello rostro de gigante”, de Charles Baudelaire; o “Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”, de William Shakespeare. Leon Tolstoi recordaba que “el niño reconoce a la madre por la sonrisa”, mientras un autor anónimo aseguraba que “el maquillaje que embellece más es una sonrisa sincera”.
El Día Mundial de la Sonrisa nos recuerda que, a veces, los gestos más simples son los que tienen un mayor poder para cambiar nuestro día y el de los demás. Una sonrisa puede ser el primer paso para contagiar felicidad y construir un mundo más amable y positivo.
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