El fenómeno de no encontrar lugar para estacionar se corre a muchas partes en Salto por el crecimiento del parque automotor pues se siguen vendiendo motos, autos, camionetas y camiones cero quilómetro y son pocos los que salen del movimiento. Una zona que se volvió difícil para encontrar lugar es la que se enmarca en  las calles Uruguay, Luis Alberto de Herrera, Brasil, 19 de Abril, Teófilo Córdoba, lo que complica a los vecinos, a la gente que va allí por compras, a los que van a la sede del histórico Club Chaná que tiene varias actividades.

 Por lo que encontrar un hueco pasó a ser milagroso realmente. A eso se suma que hay veredas muy deterioradas, por caso las de la calle Luis Alberto de Herrera entre Brasil y 19 de Abril del lado Este, lo que hace que muchos vecinos deban bajar para continuar caminando, pero bajar es un problema mayor pues como hay un vehículo al lado del otro hay que bajar a la calle y salvar ese obstáculo por lo que se camina entre el tránsito que es caótico por momentos. Por lo que sería bueno que se arreglaran estas veredas pensando también en la cantidad de estudiantes y padres que van a los institutos educativos cercanos.

Y como siempre decimos, acordémonos de las persona con bastón, con silla de ruedas, de los cochecitos de bebé, de las personas con baja o nula visión. Una vereda que parece una guerra es olvidarnos de los que tienen discapacidades. Y todos podemos quedar discapacitados o tener un familiar en esa condición y no nos gustaría eso.

Hace unos años la yerba andaba en setenta pesos el quilo y pegó un estirón increíble que la llevó a casi el doble y de ahí no ha parado de trepar en las góndolas. Una locura total de un implemento que es básico para, estimamos, tres de cada cuatro uruguayos. Porque es cierto que hay gente que no toma mate, pero son las menos.

Decían entonces que era porque se achicaba el espacio de plantación y cosas por el estilo, lo que puede ser cierto pero lo que no generaba dudas era su "salto" en el precio, y de ahí Agarrate Catalina porque hoy hay yerbas a más de doscientos pesos. Se trae de Argentina pero allá usan mucho palo y acá no gusta y de las brasileñas sirven algunas.

Un lector nos contaba que allende fronteras compró una yerba brasilera muy barata. Para qué. Cuando quiso consumirla era finita y fluorescente, no sabía qué tenía aquello y encima le tapó la bombilla. Tuvo que comprar yerba acá y ponerle algunas cucharitas de la brasileña mezclada para no perderlas. Pero lo básico, el precio, sigue allá, por las nubes.