Sobre la base de los votos y mirando al ballotage
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Por Lic. Fabian Bochia
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ffbochia@holmail.com
Ahora ya no es entre partidos o lemas sino que se competirá a partir de los que la gente opine de dos fórmulas, Yamandú Orsi y Carolina Cosse o Álvaro Delgado y Valeria Ripoll. Cuatro personas, dos fórmulas para encabezar dos poderes del Estado. Cada uno dice que tiene a los que lo votaron y que pueden crecer. Ya veremos eso en los análisis que haremos que buscan contenido profesional, no mucho más pero tampoco menos.
Vamos por partes. El Frente Amplio obtuvo prácticamente el 44 por ciento de los votos. ¿Qué tiene a favor? Dos o tres puntos clave. Uno, subió de una elección a otra un cinco por ciento lo que debe ser tomado en cuenta, o sea comparando lo que se obtuvo en el año 2019 en octubre con este último guarismo cinco años después. Por lo que todo frenteamplista ve con optimismo el ballotage ya que arranca de un piso muy interesante. Segundo, es altamente probable que quienes votaron al FA en octubre voten a la misma fórmula en noviembre. ¿Por qué habrían de cambiar? Pensemos que ese más de 44 por ciento está firme y que difícilmente baje pues no hay razones para ver dentro de la coalición de izquierdas un voto volátil.
Tercero, y esto es muy importante, quizás con ese 44, ese 45 por ciento le dé para ganar, pero pensando en un escenario escabroso los frentistas deberían salir a pescar votos y allí es complejo el panorama pues deben rastrear votantes que en octubre votaron a la Coalición Republicana, a Salle, en blanco o anulado. Veamos los casos entonces. Dentro de la Coalición es complejo y lo profundizaremos luego cuando llegue el momento de hablar de la misma. Fuera, pensemos en la persona que votó en blanco, por caso demostró no querer incidir en ese momento, cabría preguntarse si ahora quisiera incidir. Puede ser, pero suena a poco, es muy probable que el grupo de votantes en blanco se mantenga pues es gente que no siente la causa, que no se identifica con alguien y los que se presentan, ya lo hicieron, por lo que tienen en la oferta lo que ya negaron. Podría darse que esa gente tenga especial aversión a Orsi o Delgado entonces ahora sí voto eligiendo y en ese caso, para él, elija el mal menor. Ahora vayamos al caso de los votos de quienes votaron al doctor Gustavo Salle y su hija, ambos diputados electos. Es un voto bronca, un voto contra el sistema, un voto de alguien que no cree ni en Bordaberry, ni en Delgado, pero tampoco en Minini Ríos ni en los socialistas o el Pepe Mujica. El propia Salle dijo que anulará y firmará su voto por lo que es muy probable que el votante de este novel lema haga lo mismo, anule, o en blanco pues es gente que desprecia a todos, que no siente simpatía por nadie, no encuentra eco en ningún partido de trayectoria.
Ahora, compliquemos un poco más el razonamiento y aportemos este dato, en todos los ballotage el Frente Amplio creció, serán votos de aquí o de allá, de la Luna o de Marte, pero la izquierda crece. Por eso la confianza de la gente de Orsi y Cosse y está bien, tienen razones, pues los antecedentes avalan el crecimiento de un domingo al otro, y si mantiene, como creemos, lo que tuvo y le agrega algo nuevo, por qué no pensar en ganar. Eso sí, en ese caso no vemos tan claro el crecimiento, algo que lo analizaremos en próxima nota de Opinión. Sin embargo el FA tiene razones para creer y crecer, claro que sí, de allí a que suceda hay un trecho pero ese espacio lo puede comenzar a achicar con la militancia que tanto le seduce. Veremos entonces.
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