A partir de la apertura del mercado de Estados Unidos logrado durante la presidencia de Mujica y con el Ing. Tabaré Aguerre como Ministro, el sector citrícola en Salto experimentó un notable crecimiento con el desarrollo de una citricultura diferente a la que conocíamos, con mucha inversión, donde no todo fueron rosas, en el medio, un cambio varietal importante, la caída del principal operador uruguayo y la fuerte aparición de grandes empresas de capitales extranjeros, el desarrollo por parte de INIA de investigación específica asociada a la citricultura, etc. En la situación actual se plantean desafíos y oportunidades.

En la región es el único subsector dominado por empresas grandes y presenta como desafíos la inclusión de los productores de menor escala en la cadena exportadora y aprovechar la oportunidad de incluir muchos salteños en el mercado de trabajo formal.

Es de los sectores que más cantidad de mano de obra proporcionan en Salto con algunas características que hay que atender. Abarca gran cantidad de personal con poca formación reconocida, pero, como casi todas las actividades vinculadas al sector primario, son de las peor remuneradas y la zafralidad tiene una alta incidencia. Esto lleva a que muchas veces se flexibilice la normativa para que los trabajadores puedan llegar al mínimo necesario para obtener el seguro de paro. Se comenta que una vez obtenido, muchos de esos trabajadores trabajan informalmente en otras zafras.

Los pequeños y medianos productores tienen capacidad limitada, porque no tienen la escala suficiente para exportar y deben o venderle a las grandes empresas que exportan o conformarse con los precios y condiciones del mercado interno y porque tienen la particularidad que son mucho más sensibles a todo tipo de afectaciones, sean las climáticas o las de mercado y no tienen espalda para soportarlas.

La generación de conocimiento, y oportunamente tomamos contacto con alguna de las líneas de investigación que se desarrollan en INIA, que hacen a la generación de variedades que puedan ser aceptadas en diversos nichos de mercado de alto valor en el mundo, pero también a analizar amenazas desde lo fitosanitario como puede ser el caso del HBL. La dispersión masiva de esa enfermedad sería devastador para el sector, en particular para la sociedad y la economía de Salto.

La apertura del mercado de EEUU para los citrus de Uruguay generó un impacto que se comenzó a ver con fuerza varios años después y que genera oportunidades de integrar a la citricultura familiar de pequeña y mediana escala a la cadena exportadora. Requerirá de definiciones claras, apoyo a inversiones, capacitación y acuerdo comerciales justos.

Por otro lado la demanda de mano de obra que ya se está generando, nos brinda la oportunidad de integrar a sectores excluidos de la sociedad al mercado formal de trabajo.

Se plantea como desafío seguir avanzando y será necesario contar con más inversión en INIA, y también en la UdelaR en la generación de conocimiento, investigación científica mediante para lograr mejoras en la calidad de las diferentes variedades de frutas y hortalizas para que tengan un mejor desempeño, en mercados (optimizar conservación, presentación, sabor, etc.) y en la industria. Será necesario tener más recursos para hacerlo, pero también sostener alianzas estratégicas de mediano y largo plazo con estas instituciones para desarrollar un trabajo en conjunto que genere sinergias útiles en procesos de innovación y desarrollo que integre conocimiento a la producción como forma de incorporar valor y calidad a los productos.

También será necesario invertir en sistemas de riego multiprediales como el que existe en Bella Unión y se usa mayormente para la caña de azúcar o como el que tiene el viejo ingenio El Espinillar que fue diseñado para caña de azúcar pero actualmente se usa para otros cultivos, especialmente citrus.

Es necesario terminar con la banalización, dejar de cortar cintas por recoger naranjas y empzar a ocuparnos en serio de las cuestiones que importantes para los uruguayos.