Desde ayer a hoy, salvo algunas pocas horas, Salto y buena parte del país, esta bajo una alerta meteorológica por posible tormentas y lluvias fuertes. Nuestra ciudad, en ese sentido, sigue con suerte. Nada ha pasado, salvo alguna lluvia y algún viento, que no han sido de magnitud.

Donde llovió en forma extraordinaria, fue en el departamento de Artigas, donde en Cerro Amarillo, localidad rural, sumaron 150 mm en las últimas 24 horas. Deducimos que en esa zona, pasos y caminos están complicados por crecida. A todo esto, las lluvias mas intensas se dieron sobre Cerro Largo, Rocha, Durazno, Treinta y Tres y Canelones. Es decir en un abanico que abarco la zona Este desde el Norte y parte del Centro, para culminar o iniciarse en el Sur – Este del país.

Siguen instaladas las carpas azules y amarillas de una iglesia, que suponemos es evangélica, en predios ubicados detrás del galón de carga, de AFE, en las inmediaciones del Shopping. Desde que se instalaron iniciando sus cultos, que duran mas de una o dos horas, han logrado convocar a muchísima gente. 

La otra observación, es que todo ese movimiento, ha generado que se sumaran al entorno de las carpas, una oferta mas que numerosa de vendedores ambulantes, que ofrecen: panchos, garrapiñadas, algodón de azúcar y todo lo que un niño o mayor de edad, generalmente se ve atraído a consumir. 

El problema de lograr lugares para estacionar vehículos, ya en la zona céntrica como en zonas comerciales o en algunos barrios es cada día mayor. El crecimiento del parque automotor es innegable y sobrepasa, todo lo imaginable. Por ende, también la cantidad de vehículos que “duermen” en las calles, es también en alto numero.

Hace unos cuantos años, adelantándose a lo que esta pasando, un arquitecto salteño, hoy radicado en Punta del Este, Mañosa de apellido, alentó la idea de alentar estacionamientos, utilizando los fondos de las numerosas casas antiguas del centro y en distintos barrios, que están ociosos.

Por estos días, sobre la calle Amorim, la casa que fue propiedad de la querida y apreciada familia Rezendes, tras ser adquirida por Fivisa, fue demolida y allí, se ha de instalar un gran espacio para estacionamiento vehicular de clientes y para los camiones que traen materiales que vende la citada firma. Como quien dice, apuntan a solucionar un problema que les afecta: la falta de estacionamiento en esta céntrica zona.