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Una vez, en una nota muy linda, muy sentida, el doctor Tabaré Vázquez, hablando como oncólogo y no como ex presidente o ex intendente recordaba el esfuerzo "maldito" digamos nosotros, de la célula cancerígena por sobrevivir.

"Uno la estirpa y vuelve y vuelve, y se reinventa para poder estar, es increíble que lo que trae la muerte lucha por la vida", decía Vázquez. Son esas paradojas del destino que lo que trae la muerte luche por salir a flote. La analogía nos la planteamos con este episodio que nos golpeó a todos del jockey de Mercedes que mató a sus dos pequeños hijos como "venganza" por los problemas con su ex mujer. Porque lo que hizo no tiene  nombre pero bien vale analizar algunas cosas. Por ejemplo, se informó que hace un tiempo el padre asesino quiso quitarse la vida ahorcándose en un stud de caballos,  y sus compañeros lograron salvarle la vida. Increíblemente una acción noble y sana como la de sus compañeros de la cría de caballos terminó generando los crímenes posteriores. Es como el cuento de la célula cancerígena de Tabaré Vázquez.

A posteriori de estos crímenes se hacen reuniones y muchos análisis de cómo llegamos a lo que llegamos. No habría que asombrarse, el ser humano es capaz de las aberraciones más grandes, incluso contra sus propios hijos como lamentablemente vemos. Entonces no hay lugar para el asombro, sí para el análisis y las acciones.

Hoy lo primero que hay que hacer es empezar a cambiar el modelo machista y patriarcal que hace que los hombres se sientan dueños de sus mujeres, de sus parejas, de por vida. Lamentablemente hay casos que llegaron a la muerte por esa estupidez de "mía o de nadie" como que fuera una licuadora. Pero no llegando al extremo de la muerte hay hombres que acosan a sus ex parejas, amenazas a los hombres que se puedan acercar a su ex en una forma de violencia que alarma y no siempre es denunciada. Por lo que lo primero es trabajar ya desde niños en que los hombres no somos dueños de nuestras parejas y mucho menos de nuestras ex parejas, que una mujer es un ser libre y pleno de derechos pero eso que se dice fácil se complica en la acción. Incluso hay hijos, no todos niños, que colaboran con eso "cuidando" a la madre de posibles parejas y llevándole información al padre sobre las supuestas aventuras amorosas de su madre cuando está en todo el derecho de hacer lo que quiera con su vida al haber cortado su relación anterior. Pero ese machismo acentuado también es parte del accionar de mujeres que se suman a esto y que hay que erradicar cuanto antes pues denigra a la sociedad, denigra a la mujer, denigra a todos.

También hay que trabajar en cambiar la cabeza de la generación de "machitos y princesas" que a su vez se va replicando en edades posteriores llegando a muchachos que son violentos ya en el noviazgo como forma de expresión de esa supuesta superioridad del género.

Naturalmente que esto es difícil de cambiar porque está muy acendrado en la cabeza de la gente, es como querer decirle a los uruguayos que hay que tomar menos mate y comer menos asado.

Pero por ejemplo, si una niña se trepa a un árbol, se ensucia las rodillas jugando, si se tira al piso le llamamos la atención diciéndole "parecés un varón, quedate quieta y cuidá la ropa" para que luzca impecable como socialmente se espera de la mujer, pasividad, callada y esperando que el varón la elija. Sobre estas bases hay que empezar a trabajar par cambiar los problemas que luego saltarán en nuestra cara y que tanto sufrimos.

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