Enredados
-
Por Gabriel Paique
/
gabriel.paique@gmail.com

En un mundo cada vez más comunicado a través de las redes, que nos han acercado a una realidad de poder mostrar el pensamiento de cada uno y la realidad nos muestra que como decía la letra de Cambalache, poco ha cambiado a lo largo de un siglo. El Siglo XX ya quedó atrás, con lo que fueron sus cambios y arrancamos el XXI con las nuevas herramientas que nos permiten estar conectados al mundo, navegar en ese mar de redes, muchas veces sin darnos cuenta, enredados en situaciones que son parte de la vida. El dolor, la angustia, la risa y la felicidad son parte de un instante, que dependiendo de la mirada de cada uno puede cambiar de un momento a otro. El nuevo Siglo que ya transitamos el primer cuarto y con cambios que para las nuevas generaciones son un nuevo comienzo, mientras que para los más veteranos, un mundo nuevo, desconocido, que no nos acostumbramos a transitar.
Somos de una generación que aprendimos aquello de que “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, que aún mantiene su vigencia, más allá de todos los adelantos que hoy nos llevan a estar más atentos a lo que pasa en las redes, que mirarnos a la cara para compartir el dolor o la sonrisa, que es parte de la vida diaria. En lo personal se que no soy perfecto y que tengo mis errores, los cuales trato de no repetirlos. Las letras que en algún momento con su música han sido parte de nuestro crecimiento, hoy en pleno Siglo XXI, nos acercan a la realidad de aquel “Cambaleche”, que decía: “siglo veinte es un despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo niegue, vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo todos manoseaos”.
Nos preguntamos que hicimos para cambiar y nos damos cuenta que todo transcurre tan rápido, que muchas veces no nos damos cuenta que vivimos con el odio a flor de piel y hoy con las redes, lo podemos ver en cada una de las opiniones, donde cada cual muestra la suya, como si fuera la valedera. La letra también señala, “todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor”. Los cambios que llegan y es parte de aquello que cada uno tiene su impronta, su capacidad para crecer, lo que nos lleva a sorprendernos, más allá de situaciones que se repiten. De las buenas y de las otras que también nos golpean en el día a día.
Los cambios que nos acompañan y que muchas veces son herramientas que si las sabemos utilizar, son de suma utilidad para el crecimiento personal, como colectivo. Pero como en todos los órdenes de la vida, están aquellos que están aprovechando el momento para tratar de encontrar la fórmula para llevar agua para su estanque y esto también se repite ante diferentes acontecimientos. Por eso aquello que viene de otra época, de divide y reinaras, está cada vez más instalada, por lo que muchas veces estamos enredados en situaciones en redes, cada uno tratando de dar su versión o visión, como si fuera a cambiar lo que ya pasó. Los veteranos decían, “lo pasado, pisado” y había que mirar adelante, para tratar de corregir, aunque al leer la letra de Cambalache, vemos que la historia de repite. Sería bueno que muchos la leyeran con atención, quizás se podría mejorar, para no seguir tan enredados, sabiendo que no todos somos iguales, con aciertos y errores.
Comentarios potenciados por CComment