Ardió Troya, ahora la Topolansky reculó. Les mandó una carta a los familiares, de puño y letra, pidiendo disculpas por la publicación: pero así como te digo una cosa también la otra, ¿lo recuerdan?

Dijo Lucía que las declaraciones no debieron ser publicadas tal cual, que no había tenido la precaución necesaria para revisar los borradores y corregirlos atinadamente, un craso error. Pero parece que las dijo nomás, pero que no debieron finalmente salir en la edición, además no se retrae ni retracta. No dijo una palabra de sus “amigos comunistas” involucrados, que eran supuestamente los falsos delatores (¡cómo iban a ser tupamaros!). Además pifiando un poco y queriendo desviar el foco dijo que las historias se refieren en realidad a casos sucedidos en Argentina y no en Uruguay. De vuelta la familia Mujica entreverando a los hermanos argentinos, los han agraviado de todas formas para luego pegar una marcha atrás fenomenal: los famosos vieja y tuerto del Pepe sobre Néstor y Cristina, por citar un ejemplo. Ahora Lucía atribuyéndole delación a las víctimas de los militares en tiempos de guerra. Seguro que pensó que entreverando la cosa podía zafar con más elegancia…

Así que no fue ninguna jugada maestra, no hubo ningún acuerdo con Manini Ríos, no se trató de publicidad del libro para futuras regalías por su venta: resultó solo una distracción y afirmaciones fuera de estilo. Pero lo peor es que seguimos como el primer día: nunca se sabe realmente donde esta gente está parada, el Pepe que está jubilado y anciano le gusta jugar de filosofo progresista por encima del bien y el mal y seguido mete la pata con algo o con alguien, y de alguna manera suele disculparse posteriormente. Ahora su esposa está en la misma…

Pero bueno, ¿Qué pasó realmente? Una metida de pata, un error mediático… Yo creo que fue una jugada osada para poner el tema de la prisión de los militares en la agenda, en la consideración pública, prender la mecha para tener una solución al tema: que los militares violaron los derechos humanos, es cierto y así fueron denunciados oportunamente. Ahora bien, también es cierto que hubo muchas presuntas víctimas que amañaron sus declaraciones para meter preso sumariamente a algunos militares en cuestión. Conclusión, para bien o para mal y de manera más o menos pertinente hubo juicios, condenas y cárcel para todos, por lo que ahora, con el tiempo transcurrido y las sospechas de algunas formas realizadas, entonces llegó la hora que de alguna manera bajar la pelota al piso y enviarlos a todos para sus casas para que purguen hasta el final de sus días en prisiones domiciliarias. Bueno, esta intención quedó por el camino, toda la izquierda se volcó contra las murmuraciones de Lucía, hasta el propio presidente Orsi le dio lado, las Madres y Familiares de los Desaparecidos salieron al cruce frontalmente, el Partido Comunista casi en pie de guerra, el Secretario de la Presidencia, Alejandro “Pacha” Sánchez, el lucero del MPP, no compartió los hechos relatados por su mentora, y así seguimos con otros operadores de la izquierda oficialista.

Pero si la intención era solo  poner el tema arriba de la mesa, lo logró. En todo caso ella tiene espalda para aguantar cualquier atropellada. Otra cosa son las reacciones concretas del sistema político, sobre todo el Frente Amplio, que al unísono pusieron el grito en el cielo rechazando las afirmaciones de marras. Punto final y asunto terminado, a otra cosa…

Pienso en voz alta y me meto en la cabeza de Lucía: de paso cañazo, vendemos muchos libros y hacemos plata, no viene nada mal. Además mostramos buena voluntad con Manini Ríos y los dos diputados de Cabildo Abierto en la Cámara de Representantes para construir las mayorías necesarias, tender los puentes inevitables, tarde o temprano. También quedamos por encima del bien y el mal, ya no está vivo Jorge Zabalza para que nos putee y desmienta de arriba a abajo y a Amodio Pérez, el traidor de todos los tiempos, ya nadie le da crédito y sus relatos son inconducentes. Camino libre para la impunidad verbal que profesamos el Pepe y Yo… ¡así es!