Uno de los proyectos más importantes para todos es unir educación, formación, capacitación y respeto al medio ambiente. Es una ecuación que solo puede dar cosas positivas. Y justo nosotros desde Salto que venimos desde un momento bravo con todo lo que hace al vertedero por ejemplo cuya problemática se ahonda en el tiempo.

La educación juega un papel crucial en la formación de ciudadanos responsables y conscientes del impacto ambiental. Desde un enfoque sistémico, las escuelas deben alinearse con políticas educativas que fomenten la sostenibilidad ambiental, como lo establece el marco normativo uruguayo a través de la Ley General de Educación. Abordar la contaminación desde la educación primaria y secundaria permite cultivar una generación con mayor sensibilidad hacia el medio ambiente, contribuyendo al cumplimiento de los compromisos globales adquiridos por Uruguay en tratados internacionales, como el Acuerdo de París. Enseñar a los estudiantes a cuidar el entorno les ayuda no solo a comprender los problemas ambientales actuales, sino que también los empodera para tomar acciones concretas y sostenibles en sus propias comunidades.

La conciencia sobre el impacto ambiental debe desarrollarse desde los primeros años de escolarización. Existen estudios que muestran que los niños y adolescentes son más receptivos a adoptar prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente cuando estas son introducidas de forma temprana. Además, es fundamental conectar este aprendizaje con la realidad local, introduciendo ejemplos de contaminación que afecten a Uruguay o América Latina, como la contaminación de los ríos o los efectos del uso excesivo de plásticos. Involucrar a los estudiantes en actividades prácticas, como proyectos de reciclaje, limpieza comunitaria o talleres de reutilización, fomenta un sentido de responsabilidad y pertenencia hacia su entorno. La contaminación ambiental es la introducción de sustancias o energías nocivas al medio ambiente, que alteran su equilibrio natural. Estas contaminaciones pueden ser del aire, del agua, del suelo y acústica. La problemática ha crecido con el avance de la industrialización y la urbanización, causando serios efectos en la salud y en los ecosistemas.

La integración de la educación ambiental en el currículo escolar ha demostrado tener un impacto positivo en la concientización sobre la contaminación y en la adopción de prácticas sostenibles entre los estudiantes. A través de la implementación de proyectos prácticos, como la medición de contaminantes y la experimentación con energías renovables, los estudiantes han desarrollado un conocimiento tangible de los problemas ambientales y una comprensión profunda de su papel en la protección del entorno. Los resultados de los análisis estadísticos muestran que, tras las intervenciones educativas, los estudiantes presentan un aumento en su comprensión de los efectos de la contaminación y en el interés por adoptar comportamientos más ecológicos en su vida cotidiana. Asimismo, la comparación de estos resultados con estudios realizados en contextos similares resalta la relevancia de la educación ambiental en la transformación de actitudes y en la mejora de la calidad de vida de las comunidades. El análisis cualitativo evidencia cambios significativos en la percepción y el compromiso de los estudiantes hacia la sostenibilidad, con testimonios y observaciones que revelan un mayor sentido de responsabilidad ecológica y la adquisición de habilidades para el pensamiento crítico, fundamentales para la solución de problemas ambientales actuales.

En conclusión, la educación ambiental no solo contribuye a la sensibilización de los jóvenes sobre la problemática de la contaminación, sino que también fomenta el desarrollo de un pensamiento crítico y la participación activa en la comunidad. Esta visión confirma la necesidad de continuar fortaleciendo la educación ambiental en el ámbito escolar, promoviendo tanto el aprendizaje científico como la acción ciudadana. Se recomienda la creación de redes educativas que impulsen la colaboración entre instituciones para maximizar el impacto de estas iniciativas y contribuir a la formación de ciudadanos comprometidos con el desarrollo sostenible y la protección ambiental.