Sr. Director: Realmente me impacto y me preocupo que en un ómnibus de transporte interdepartamental, el pasado viernes 20, se detectara y decomisara dos metralletas militares de asalto, marca Colt, calibre 5.56. Armas de alto poder de fuego que utilizan fuerzas especiales tanto policiales como militares. Armas que desde Montevideo alguien, no identificado, transportaba hacia nuestra ciudad. La gran incógnita es: ¿Para quien estaban destinadas esas armas? ¿Para delincuentes comunes  o para gente que va a atentar contra el gobierno y el sistema democrático en que vivimos ?  Ya no es la primera vez que  se ubican armas con desconocido destino y uso. Todos sabemos que hay fuerzas políticas que siempre tuvieron su brazo armado.  Todos sabemos quienes son. A ello, habría que apuntar y no me vengan con son “cacería de brujas”. Ya sabemos en que terminó la guerra que plantearon los Tupamaros y cómo actuaron con el episodio de los etarras en torno al Hospital de Clínicas. Todo da para desconfiar y estar atentos. Yo lo viví en los 60