La Prensa Hacemos periodismo desde 1888

Con un dejo de nostalgia y no poca tristeza dejo constancia de la partida de mis vecinos, los Caputto. Siempre generosos y solidarios, me abrieron su quinta para evitar quedar aislado por las crecientes. Es una familia que hace muchos años se radicó en nuestro medio y contribuyó a transformar a Salto en el principal productor e industrializador de citrus. Fueron tres generaciones de trabajadores incansables: padre, hijos y nietos participaron de todas las etapas en la producción citrícola.

Se embarraron en las chacras y tuvieron la visión de proyectar sus sueños en las distintas etapas de la producción, industrialización y comercialización. Generaron fuentes de trabajo y establecieron el mejor y más importante “packing” del Uruguay, con un nivel difícil de encontrar en el mundo. De ello puedo dar fe ya que así me lo manifestaron los técnicos de China que inspeccionaron años atrás las quintas y centros de acondicionamiento y embalaje de la región.

Hoy, luego de años muy difíciles, de malas cosechas, cierre de mercados en el exterior, búsqueda de nuevos destinos y necesidades vinculadas a la reconversión de las variedades para exportación, con un dólar cuya cotización tampoco ha ayudado, han debido ceder el control de la empresa a inversionistas extranjeros.

Es una constante que se viene produciendo en el país: los principales rubros de exportación están siendo controlados por inversionistas extranjeros. En la carne y el arroz son brasileños, en los cueros, alemanes, en los tops de lana peinada los franceses, en la forestación, finlandeses y chilenos, etc. Y hay que señalar que son inversores extranjeros que no vienen a arriesgar capitales en nuevos emprendimientos sino que compran empresas ya establecidas y creadas por capitales nacionales.

Es preocupante ver cómo la iniciativa privada uruguaya deja en manos de empresas extranjeras los principales rubros de su producción. Salto supo ser un ejemplo de la iniciativa local para la explotación e industrialización de la carne y el citrus.

Hoy, nuestros coterráneos se limitan a explotar los campos y dejan todos los demás aspectos de la producción en manos de empresas extranjeras. De ninguna manera estamos contra los inversores extranjeros, pero no dejamos de señalar –con tristeza- que ya no quedan casi salteños en rubros tradicionales de la producción local.

Se ha perdido el espíritu visionario y emprendedor de nuestros mayores. Si bien es cierto que innovar en esos aspectos de la producción requiere grandes inversiones, acá ya nadie se anima a arriesgar nada.

Y la partida de los Caputto es un ejemplo desalentador: trabajaron, invirtieron y ahora, cuando accedemos al más importante mercado del mundo para la colocación de los cítricos, se les embarga y ejecuta. A partir de estos días un emprendimiento norteamericano ha tomado a su cargo los dos principales aspectos de Citrícola Salteña: la producción y la industrialización.

Bienvenida sea porque viene a asegurar la más importante fuente de mano de obra. Se inicia hoy una nueva etapa en este rubro y confiamos en que esta nueva empresa seguirá siendo un ejemplo de calidad y respeto del medio ambiente como lo fue con los Caputto, y le deseamos el mayor de los éxitos, como vecino y como salteño.

Comentarios potenciados por CComment

Ranking

Titulares Diarios

Recibirás en tu correo electrónico las noticias más destacadas de cada día.

Podría Interesarte