El productor Javier Caprioli es salteño  dedicado la avicultura deportiva,  sus aves han tenido importantes reconocimientos a nivel local, nacional e internacional, obtuvo este año el premio al Gran Campeón en la exposición de Salto, el Gran Campeón macho en el Prado, y el Gran campeón en Melo.

El próximo año cumple 25 años de criador lo que lo ha llevado a conocer personas de toda la región, genetistas reconocidos e ingenieros agrónomos, médicos veterinarios, en los cuales adquirió mucho conocimiento, y también de la cantidad de cursos prácticos de avicultura realizados en Argentina.

Caprioli nos dijo que existe dos aviculturas, la de raza y la avicultura comercial, la de raza es deportiva, la cual considera que son reservorios genéticos, en donde reservan los genes de todas las razas, justamente si alguien quiere volver a trabajar en los cruzamientos para lograr el cometido comercial.

¿Como se prepara un Gran Campeón hay todo un proceso tiene un costo. Es elevado?

Sinceramente tiene un costo elevado la verdad que sí, en primer lugar tener suerte de hacer el apareamiento correcto, porque uno nunca sabe la genética que es lo que nos va a dar, no es por aparear el mejor macho con la mejor hembra que nos vaya a dar el animal mejor, muchas veces sí, en un gran porcentaje nos basamos en eso, pero muchas veces la genética da un salto atrás y hereda mucho de los abuelos de la tercera generacion para atrás.

En primer lugar tener esa suerte de hacer el apareamiento de sacar muchos pollitos de criarlos bien, hoy en día la verdad que los obstáculos son muchos, más que nada el cambio climático muy duro y drástico acá en el norte del país, en donde los técnicos ya han dicho que la avicultura comercial no funciona más, por el gran cambio climático.

Tener esa suerte de sacar pollitos criarlos bien rápido y precoces, y por consiguiente como plus poder  participar y tener la suerte de competir a nivel país como lo hicimos y lograr un premio de estos, donde los jurados son muy exigentes todos los que vienen son gente de la Argentina con mucha preparación, son diferentes se trata de que no sean los mismos se cambia cada dos años de jurados, una política de Salto, Montevideo y el Prado, Melo y Paysandú.

El Gran Campeón deja un gallinero entero atrás , yo saco doscientos o trescientos por año,  el Gran campeón es uno solo, por lo que esa ave deja un promedio de doscientas o trescientas atrás que hubo que criarlas de la misma manera, o sea que tiene un costo muy alto.

Pero tiene su recompensa trabajar para lograr el objetivo y obtenerlo. ¿Considera muy significativo?

La verdad que si, es emocionante el reconocimiento no solo a nivel departamental, sino el reconocimiento internacional , porque hoy en día por las redes se ha comunicado una infinidad de gente de diferentes partes del mundo, que quiere huevos de estos planteles. Hay gente de un nivel mayor que viajan desde muy lejos, a venido gente de Brasil por ejemplo de San Pablo, Rio de Janeiro, de la Argentina de infinidad de lugares, Córdoba, la Pampa , más cerca de Entre Ríos, gente de Buenos Aires , lamentablemente nuestras leyes no nos permiten cruzar por más que tengamos los certificados de veterinarios y sanidad , no se permite cruzar animales por la leyes sanitarias , se nos dificulta un montón la venta de animales por ese motivo, más allá que vienen y nos compran huevos para encubar.

Ese reservorio genético al lograr el objetivo tiene una chapa un titulo. ¿Para qué sirve ese Gran Campeón?

Ese prestigio que se logra gracias al premio, a mi me ha emocionado muchísimo ahora que fui al Prado , acá también hay  una generación nueva de gurises criadores que se han volcado de lleno, cosa muy interesante , yo habló con padres de estos chicos y se quejan diciendo que gastadero, yo les digo mira que es un deporte muy sano es muy positivo lo que esta hacendó tu gurí dale para adelante ayúdalo con lo que pueda porque la verdad que es muy sano en comparación con otras cosas, sin menospreciar otro deporte, esto es muy familiar y atrapante.