La pobreza, medida por ingresos, tuvo el año pasado un leve aumento con respecto a 2022. Según el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023 estaban bajo la línea de pobreza el 10.1% de los uruguayos cuando en 2022 fueron 9.9%. La diferencia está dentro del márgen de error. Esto significa que cada 1.000 personas, 101 no superaron el ingreso mínimo para cubrir las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias consideradas por esta metodología.  A julio de 2023, para ser considerada pobre, una persona debía ganar menos de $ 19.519 en Montevideo, $12.846 en el interior urbano y $ 8.774 en el interior rural. 

Salto entre los de mayor pobreza infantil 

El informe indicó que la incidencia de la pobreza en la población infantil duplica a la de la población en general, por lo que se mantuvo la relación histórica. El año pasado, el 20,1% de los niños menores de seis años eran pobres, 0,4 puntos más que en 2022, frente a 2,2% de los mayores de 65 años.  En la franja de seis a doce años la pobreza se estimó en 18,3% (tres décimas más que en 2022), mientras que en la franja de entre 13 y 17 años fue 17,9% (1,7 puntos más que el año anterior. 

Triste e indeseable Salto encabeza pobreza infantil

Los mayores índices de pobreza infantil se registraron en Artigas, Rivera, Cerro Largo y Salto; los más bajos en Colonia, Flores, Maldonado y San José. 

Por hogares 7%

Por hogares, la pobreza fue 7%, prácticamente sin cambios respecto a 2022.  Un hogar de dos personas estuvo en la pobreza si percibió menos de $ 35.360 en Montevideo, $ 23.655 en el interior urbano y $16.440 en el interior rural. El índice de indigencia, en tanto, fue el año pasado de 0.2%. Un hogar es indigente o pobre extremo si el ingreso corriente per cápita del hogar es inferior al valor de la Canasta Básica Alimentaria (LI), que ronda los $ 5.000, dependiendo del lugar.